El Servei Català de Trànsit (SCT) ha alertado este miércoles que Cataluña se encuentra actualmente en una situación de "emergencia viaria" con 92 fallecidos en las carreteras en 78 accidentes mortales en el primer semestre de este año, un 42% más de muertes que en el mismo periodo de 2017 y un 30% más de siniestros con resultado de muerte (fueron 60 en el pasado año).

En 2o17 fueron 65 las víctimas mortales, 27 menos que las de 2018, un aumento "alarmante" el del presente para Juli Gendrau, director del SCT, y para el conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch. Ambos, junto al intendente de los Mossos d'Esquadra, Vicenç Gasulla, han dado a conocer este miércoles por la mañana el balance de siniestralidad viaria en Cataluña de enero a junio.

A parte de la cifra de víctimas mortales, inasumible para sociedad y administraciones, los responsables han remarcado que les preocupa especialmente que la siniestralidad mortal se incremente en un 90% en "días festivos o en vísperas de operaciones especiales de tráfico" y que, debido a la mayor ocupación de los vehículos por ser fiesta, un solo accidente registre más de dos fallecidos.

En el primer trimestre de 2017 murieron en siniestros viario en días festivos 21 personas. En el de 2018 lo hicieron 40, casi el doble De enero a marzo, las víctimas mortales en choques tanto entre semana como en festivo aumentaron un 72% (de las 29 de 2017 a las 50 de 2018). El exceso de velocidad como factor concurrente en el choque se ha incrementado un 11% respecto al año pasado.

Trànsit y la división de tráfico de los Mossos diseñaron tras doblarse los fallecidos de enero a marzo un plan de contención contra los accidentes y para controlar los cuatro grandes factores desencadenantes de un siniestro viario en Cataluña: la velocidad excesiva, el consumo de alcohol y drogas y las distracciones.

Las distracciones al volante (por el uso del móvil en muchos casos) causan alrededor de un 24% de los siniestros, mientras que la velocidad inadecuada se ha incrementado un 11% respecto a 2017 como factor concurrente en los accidentes en cualquier día y, sobre todo, en los de operaciones de tráfico. La presencia de alcohol y drogas en los siniestros en días especiales a nivel de tráfico ha subido un 12% comparado con el año pasado.

Entre abril y junio, 42 personas murieron en las carreteras, un 17% más que en 2017, cuando se registraron 36 víctimas mortales, y a pesar del plan de contención implantado por Interior, Trànsit y Mossos. Por ello, se añadirán a este plan más medidas de choque a lo largo de este verano, época de gran movilidad en las vías catalanas con el consiguiente mayor riesgo añadido de accidentalidad. Al aumento de los trayectos en coche en vacaciones se suma la mejora de la economía desde 2014, que ha conllevado el crecimiento de la movilidad obligada en un 3% de media y en un 4% en el caso de la no obligada.

Entre estas medidas está la instalación de tres nuevos radares de tramo: dos en la A-2 entre Jorba y Argençola y un tercero en la AP-7 entre Santa Perpètua de Mogoda y Mollet del Vallès.

Estos aparatos no se colocan con afán recaudatorio, ha insistito el conseller Buch, pues se ubicarán en tramos que concentran muchos accidentes para influir en la disminución de los mismos.

Además, los mossos incrementarán sus efectivos en 103 tramos de la red viaria, de una longitud media de 21 kilómetros, y que concentran el 42% de la movilidad, ha indicado el intendente Gasulla. Unos 1.200 agentes vigilarán las carreteras catalanas este verano.

"No renunciamos a nuestra obligación pero apelamos a la responsabilidad de todos los conductores para reducir la siniestralidad", ha declarado el conseller Buch. El intendente Gasulla ha indicado que en octubre se hará un "balance" y revisión de este plan operativo actualmente en marcha.

Desde 2010, la siniestralidad se ha reducido en un 16%, lejos del 50% al que aspiraba Trànsit en el horizonte 2020.

Los motoristas siguen siendo uno de los colectivos más vulnerables en las carreteras catalanas, con 21 víctimas mortales en los primeros seis meses del año (20 en 2017). Seis peatones murieron en el mismo periodo, dos en 2017. Por contra, este 2018 no ha muerto ningún ciclista por el momento.