¿Una lámpara hecha con piel humana?

El comandante Karl Koch y su mujer Ilse, conocida como la Loba de Buchenwald, han pasado a la historia como dos de los nazis más crueles de la historia. La pareja se estableció en julio de 1937 en el campo de concentración de Buchenwald, uno de los primeros y más grandes de Alemania, donde se encerró a judíos, polacos, eslovenos, homosexuales y criminales comunes, entre otros prisioneros. Allí murieron alrededor de 50.000 personas, como resultado de los abusos y los trabajos forzados, tras ser sometidos a las más perturbadoras vejaciones. Incluso, después de haber muerto.Según se cuenta, con los restos mortales de los fallecidos se elaboraron diversos productos, como jabón, forros para libros y… pantallas para lámparas de piel humana.