Podría ser una calle más de Logroño pero..., no lo es. Cuando se recurre a ‘San Google' el internauta se da cuenta de que 683.000 registros son muchos para una de las vías más angostas y ruidosas de la capital riojana. Se trata de la calle Laurel, el epicentro del tapeo y de la gastronomía de pincho y vino en Logroño.
A ciencia cierta, nadie sabe cuánto tiempo llevan ahí, lo que está claro es que en los últimos años algo se mueve entre los más de 50 bares del entorno -calles Laurel, Albornoz, San Agustín y travesía del Laurel-. Así, un grupo de 25 establecimientos de la calle Laurel ha decidido asociarse y potenciar ‘La senda de los elefantes' -no se trata del zoológico de la capital, es el sobrenombre de la calle porque dicen que el que se la recorre acaba ‘trompa'-.
Conciertos en la calle
Decidida a hacer temblar los cimientos del turismo local, esta agrupación local pretende aderezar las delicias culinarias con actuaciones musicales, toldos y otras comodidades para los visitantes del centro de Logroño.
Entre pincho y pincho, aspiran a llegar a unos 40 asociados, según Andrés Fernández, unos de los creadores de esta idea que todavía no tiene nombre y que pretende relanzar la calle.
La asociación tiene previsto establecerse como tal antes de finalizar 2007. En años anteriores, otros intentos similares han fracasado. Ahora, una nueva hornada de bares -una decena aproximadamente- ha renovado una zona que languidecía ‘borracha' de su propio éxito. A estos negocios hosteleros se añaden distintas promociones de vivienda en el entorno.
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