La periodista Carme Chaparro vuelve a la carga con su segunda novela policiaca, La química del odio, donde vuelve a adentrarse en el género policiaco con un thriller marcado por la historia de la inspectora jefe Ana Arén, protagonista de su primera y exitosa novela No soy un monstruo, Premio Primavera de Novela 2017.

Chaparro ha aprovechado cada resquicio de su tiempo para escribir, teniendo en cuenta que de lunes a viernes su trabajo en los informativos de Cuatro es muy exigente. “Entro a las siete de la mañana y muchos días salgo a las siete de la tarde, ha sido más duro que la primera novela porque en aquel momento mi trabajo era de fin de semana”, comenta.

Imposible no preguntarle por el nuevo Ministro de Cultura, Màxim Huerta, compañero de cadena desde “hace 20 años”. “Por salir en la tele no vamos perdiendo neuronas. Nos va a sorprender para bien”, añade la conductora del informativo de mediodía de Cuatro.

Tras la sorpresa por el nombramiento del periodista para el cargo, Chaparro incide en el hecho de que todos “los televisivos arrastramos tantos prejuicios sociales”, y describe a Huerta como una persona “muy inteligente y sensible”, con una capacidad de trabajo “brutal. Piensa rápido y es muy divertido. Ama la cultura y la literatura y la ha vivido de cerca porque es autor”.

Combativa contra la igualdad y la violencia doméstica recibirá en noviembre el premio a la labor más destacada en la lucha contra la violencia machista que otorga el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. Además, recibió hace poco de manos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Premio Feminismo PSOE Rosa Manzano “por apostar y defender de forma constante, la igualdad entre hombres y mujeres y la necesidad de educar en esa igualdad a nuestros hijos e hijas”.

La periodista resalta, en este sentido que este año “ha sido el de perder la vergüenza y el miedo para muchas mujeres. Todas hemos sido insultadas y ninguneadas por el patriarcado machista cuando hemos defendido el feminismo”. Considera que se ha abierto la conciencia a mucha gente “hay que tener la mirada limpia, como los niños, que no distinguen de género. Espero que esta revolución nos ayude a luchar. Esto es solo el principio”, concluye Carme Chaparro.

Su principal objetivo con esta segunda incursión en la literatura era “no decepcionar a los lectores”, después de su exitosa primera novela, que ha sido traducida a varios idiomas y que pronto veremos en versión televisiva en una serie. “Estoy muy contenta de cómo se está haciendo la transición de la novela a la televisión”, explica después de haber leído los guiones. “Confío plenamente en las personas que han hecho la adaptación. Está en las mejores manos”, sentencia.

El odio es la base de toda la trama de su novela, y el odio está, de una manera o de otra, en todas las conversaciones. “El amor te da frases muy cursis y eso lo vanaliza. La vida no es una taza de Mr Wonderful, en todas las conversaciones acaba saliendo algo contra otra persona. No vomitamos amor, sí odio”. Reflexiona sobre el hecho de que el amor no está tan “normalizado. Si hablamos de a quien queremos mostramos nuestros puntos débiles, nuestro talón de aquiles; el odio te eleva a un nivel superior”.

Confía en ir compaginando literatura y periodismo, “espero no tener que elegir nunca”, dice esta periodista que lleva ya 20 años al frente de los informativos.