El primer viaje oficial del nuevo primer ministro japonés será... a China

Las claves:
El primer ministro Shinzo Abe (I.Kato/Reuters)
El primer ministro Shinzo Abe (I.Kato/Reuters)
I.Kato/Reuters
El primer ministro Shinzo Abe (I.Kato/Reuters)

China aceptó que el nuevo primer ministro japonés, Shinzo Abe, visite China los días 8 y 9 de octubre, como había propuesto el líder nipón, informó hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

La visita supone un importante paso para la reconciliación entre los dos países vecinos -el primer viaje oficial de un primer ministro electo suele marcar la política que quiere llevar a cabo-, que vivieron momentos de grave tensión durante el mandato del anterior primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, debido a los diferentes puntos de vista de los dos gobiernos con respecto a la invasión nipona de China (1931-45).

En un comunicado, el ministerio chino da a entender que se producirá una cumbre entre Abe y su homólogo chino, Wen Jiabao, dado que es éste quien extiende la invitación oficial, aunque también se espera una reunión con el presidente chino, Hu Jintao.

Los dos países han acordado superar los obstáculos políticos
"Los dos países han acordado superar los obstáculos políticos que existen para las relaciones bilaterales", señaló el comunicado, emitido por la oficina del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

La última vez que un primer ministro japonés visitó China fue en noviembre de 2001, cuando Koizumi asistió a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Shanghai y se reunió con el entonces presidente chino Jiang Zemin.

Koizumi no fue invitado después a China en ninguna ocasión, debido a sus polémicas visitas anuales al santuario tokiota de Yasukuni, en el que se homenajea, entre muchos otros, a militares japoneses que fueron condenados como criminales de guerra tras la II Guerra Mundial.

Aunque el ex primer ministro nipón, que dejó el cargo la semana pasada, insistió en que sus visitas sólo querían rendir homenaje a los japoneses caídos en ésa y otras guerras, China y Corea del Sur consideraron que se trataba de una afrenta a su pasado.

Abe, nombrado jefe de Gobierno el 26 de septiembre, anunció desde el principio que uno de sus principales objetivos era mejorar las deterioradas relaciones con sus vecinos chinos y surcoreanos, y ha rehusado hacer comentarios acerca del santuario Yasukuni.

El pasado año, las relaciones bilaterales entre China y Japón alcanzaron "el peor estado en 30 años", según diplomáticos chinos, a raíz de la publicación de libros de texto para niños japoneses que ocultaban algunos presuntos crímenes cometidos por tropas niponas durante su invasión del territorio chino.

En ese momento se produjeron decenas de manifestaciones antijaponesas en toda China, en las que participaron miles de ciudadanos y donde hubo incluso ataques a comercios y sedes diplomáticas niponas en suelo chino.

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