El niño invidente que triunfa como comentarista

Pere Ribes tiene 11 años y es un gran comentarista de fútbol, a pesar de no ver los partidos. Es invidente de nacimiento, pero él ve con el corazón y en la radio de su pueblo, Olot, es el mejor para hablar con pasión de lo que más le gusta, el deporte. Ahora su voz es los ojos de miles de aficionados de la Unión Deportiva Olot. A través de las ondas, comenta los partidos. Su secreto: la escucha.