Cuesta arriba

Los últimos días se les están haciendo demasiado duros. Ni una sola encuesta sitúa ya al PSOE por delante de Unidos Podemos, los barones vuelven a recordar a Pedro Sánchez que las líneas rojas seguirán vigentes -en especial, la de no contar con los escaños de independentistas si pretende ser presidente- y los ánimos flaquean entre algunos cuadros intermedios.

Estamos a solo cinco días de las elecciones y la dirección del PSOE aún no ha dado con la estrategia para combatir ese pesimismo, que puede ser letal si se convierte en abstención. No será por la predisposición de Sánchez, que ya no sabe qué más decir para que sus simpatizantes no se dejen llevar por las encuestas y vayan a votar. "No miréis a los lados, mirad al frente y sentid los colores", les insiste en los mítines para intentar subir el ánimo. Pinta muy mal, pero como dice Sánchez "el futuro no está escrito".