Una simple carpa instalada durante la Mercè en Barcelona ha revelado cuán importante es que las instituciones se aproximen a los ciudadanos para que su trabajo sea visible y efectivo sobre todo entre los jóvenes. En este caso el objetivo era informar, asistir y prevenir la violencia sexista. Y el efecto ha sido directo: más de 500 personas se acercaron para pedir información y asesorarse sobre qué servicios municipales existen al alcance de los ciudadanos si se sufre una agresión. Y ha puesto negro sobre blanco un perfil de víctima: el 66,5%  de las personas atendidas son mujeres y el 58% menores de 25 años.

Además de poder ayudar y asistir a las personas que lamentablemente fueron víctimas de violencia sexista, la carpa ha servido para informar a muchos jóvenes que, si no se hubiesen encontrado de frente con el estand, posiblemente no se hubieran acercado nunca a un punto de información para preguntar -por ejemplo- si determinados mensajes de móvil son acoso, o no lo son. Y también ha sido útil para el Ajuntament porque estos jóvenes han hecho una demanda clara: la necesidad que tienen de proximidad,  de colocar más y más carpas en las zonas de ocio nocturno de nuestras ciudades, para prevenir, informar, ayudar y para asistir a todas las víctimas de violencia sexista.