HELENA RESANO. PERIODISTA
OPINIÓN

Universidad creativa

HELENA RESANO
HELENA RESANO
HELENA RESANO
HELENA RESANO

Llevamos semanas hablando y escuchando que en un futuro no muy lejano compartiremos oficina y espacio de trabajo con robots. En el último Foro Económico Mundial, confirmaron que todos aquellos trabajos manuales y repetitivos serán desempeñados por máquinas. Y algunos se atreven a poner cifras a esa convivencia laboral entre humanos y robots: el 43% de los puestos de trabajo que hay ahora mismo en España van a ser automatizados a medio plazo. Bueno. El futuro visto así no es muy halagüeño para quienes se están formando y para quienes en ese futuro a medio plazo estarán buscando un trabajo. Es decir: para nuestros hijos.

Saber que habrá máquinas que realizarán nuestro trabajo de una forma más segura, más eficaz, más barata, da vértigo. Pero este es el futuro al que nos encaminamos. El problema es que con un horizonte así, de transformación absoluta del mercado laboral, seguimos teniendo el mismo sistema educativo. Seguimos educando a nuestros hijos exactamente igual que hace 20 años.

Estos días mi hija anda asfixiada estudiando para los finales del segundo trimestre. Sigue memorizando fechas de los Reyes Católicos, de las desamortizaciones de... y estudiando... Lleva días encerrada con sus apuntes. Está en la edad, es lo que toca, no voy a hacer ahora un alegato de si tienen demasiados o pocos deberes. Lo que me preocupa es que a ella le queda nada para elegir qué quiere estudiar. El año que viene ya ha tenido que decidir si quiere estudiar ciencias o letras, si física y química o sociales. Tiene que elegir entre una serie de optativas que poco o nada tienen que ver con ese futuro de máquinas y robots. Llevamos semanas hablando sobre profesiones, sobre qué le apasiona, qué le motiva. Insisto mucho en la misma pregunta: ¿qué te apasiona estudiar, qué te gusta, con qué asignatura no te cuesta esfuerzo porque estás deseando que llegue esa clase? Es un punto de partida, pero en su caso, en su horizonte laboral, eso no nos da muchas pistas sobre qué estudiar en un futuro muy cercano.

Y me preocupa que en esto también lleguemos tarde. Que las cuitas políticas retrasen una reforma que es más que necesaria. Es urgente adaptar el sistema educativo a ese mercado laboral que se impone por necesidad y que es completamente diferente al nuestro. Hay muchos estudios y previsiones sobre esto, hay quien se aventura a pronosticar que el 75% de las profesiones del futuro todavía no existen. Hay algo que consuela y es que ninguna máquina podrá suplir la creatividad de cualquiera que se apasione con su trabajo. Así que ¿por qué no optamos por una universidad, sistema educativo, que potencie la creatividad de sus estudiantes? Quizás es un buen punto de partida sobre el que construir futuro.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento