Unos 20.000 sirios han pedido este jueves "libertad" durante el funeral por nueve de los manifestantes antigubernamentales abatidos por las fuerzas de seguridad en la ciudad de Deraa, en el sur, según testigos.

"Dios. Siria. Libertad. La sangre de los mártires no es derramada en vano", han coreado en el cementerio de la ciudad, que se ha convertido desde el viernes pasado en el epicentro de las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, en el poder desde 2000.

Estos nueve manifestantes forman parte de los al menos 37 jóvenes que habían sido abatidos por las fuerzas de seguridad el miércoles, según los residentes. Un responsable del principal hospital de Deraa había informado de que el centro había recibido 37 cuerpos con heridas de bala el miércoles por la tarde.

Mientras tanto, los manifestantes sirios han programado, a través de las redes sociales, nuevas protestas para este viernes, que ha sido denominado como el "Viernes de la Dignidad" para seguir presionando al Gobierno.

Como respuesta, el Gobierno sirio ha dicho que estudia las reivindicaciones "legítimas" del pueblo y que va a formar una comisión para investigar lo sucedido. En una rueda de prensa en Damasco, la consejera de la Presidencia siria, Buzeina Shaaban, anunció también que el Ejecutivo va a estudiar la posibilidad de levantar el estado de emergencia en el país, vigente desde 1963.

En cuanto a la comisión, Shaaban explicó que tiene el objetivo de contactar con los habitantes de Deraa para "responder a sus demandas, determinar responsabilidades y castigar a los responsables de negligencia".

"Las demandas legítimas del pueblo están en la mesa de estudio" del presidente sirio, Bachar al Asad, "y de la jefatura del partido Baaz", subrayó. La consejera transmitió el "pésame" de Al Asad a los familiares de las víctimas de Deraa, donde desde el comienzo de las revueltas han fallecido 32 personas, según la Comisión Siria de Derechos Humanos.

La consejera indicó que se suspenderán "las detenciones arbitrarias", en alusión al arresto de decenas de activistas, opositores y manifestantes en los últimos días. Además, Shaaban afirmó que las autoridades sirias van a preparar nuevas leyes de partidos políticos y de prensa, reforzar el poder judicial y crear mecanismos para combatir la corrupción.

También anunció una serie de medidas sociales que el Gobierno va a poner en marcha, entre ellas, un aumento inmediato de los salarios de los funcionarios y la dedicación de recursos para la creación de nuevos empleos.

Todas estas decisiones fueron adoptadas durante una reunión de la dirección nacional del partido Baaz, encabezada por Al Asad, en la que se analizaron los últimos acontecimientos en el país. Shaaban criticó las "exageradas" informaciones difundidas por los medios de comunicación extranjeros, a los que pidió que fueran "honestos" y destacó la "credibilidad" de la televisión siria.

El Gobierno español ha expresado  su condena por la represión ejercida por las autoridades sirias contra la población civil en la ciudad de Deraa. El Gobierno, en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, asegura que el uso de la violencia, de la intimidación y de las detenciones arbitrarias de ciudadanos son "una vía inaceptable para enfrentarse a los cambios profundos que están teniendo lugar en el mundo árabe y a los que Siria no puede permanecer ajena".

Además de mostrar su "gran preocupación" por los incidentes, el Ejecutivo hace un llamamiento para que se respete el "derecho legítimo de los manifestantes a exponer sus reivindicaciones de manera pacífica".

Las autoridades sirias pusieron en libertad a "todos los detenidos" en las recientes protestas políticas del país, según informó la agencia oficial siria Sana y la televisión pública. Los dos medios de comunicación no dieron detalles, pero coincidieron, en un breve anuncio, que la liberación de los arrestados fue ordenada por el presidente Asad.

"De acuerdo con las directivas el presidente Al Asad, han sido puestos en libertad todos los detenidos en los últimos incidentes", agrega el mensaje, sin precisar cuántas personas se han visto beneficiadas por la orden.

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que la policía de Siria está demostrando un "cruel desprecio hacia la vida de los manifestantes" al reprimir duramente las protestas públicas de los últimos días.

"Las fuerzas de seguridad deberían parar inmediatamente el uso de fuego real contra los manifestantes en la ciudad de Deraa", ha añadido HRW en un comunicado.

"El presidente Bashar al Asad habla de reformas, pero eso no significa nada teniendo en cuenta que sus fuerzas de seguridad están acribillando a gente que quiere hablar con él", ha afirmado la directora de HRW para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson.