El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, ha achacado al Partido Popular (PP) el retraso en la liberalización completa de los peajes de las autopistas AP-2 entre Alfajarín y Fraga, así como la AP-68 entre Mallén y Figueruelas.

Iglesias se ha expresado de este modo en respuesta a una pregunta de la presidenta de Chunta Aragonesista (CHA), Nieves Ibeas, en el Pleno de las Cortes autónomas, donde ha recordado que fue en el último año de gobierno del popular José María Aznar como presidente del Ejecutivo central, cuando se renovaron las concesiones a las sociedades que explotan ambas autopistas. Ello obliga ahora a pagar cantidades millonarias a las concesionarias para liberalizar los tramos y, así, garantizar la seguridad vial en la zona.

El presidente aragonés ha recordado que, en el caso de la AP-68, los vehículos ligeros de los residentes habituales en la Ribera alta del Ebro ya pueden circular libremente entre Mallén y Figueruelas. Por otra parte, el Gobierno regional está negociando la liberalización para vehículos pesados, mientras sigue exigiendo con "urgencia" el desdoblamiento de la carretera N-232.

"No hemos podido resolver el problema, pero sí una parte importante del problema", ha dicho Iglesias, quien ha señalado que, de hecho, por el mencionado tramo de la autopista AP-68 circulan 40.000 vehículos cada día, en lugar de los 9.000 habituales.

Por su parte, Nieves Ibeas ha opinado que "lo que se ha conseguido hasta el momento son parches", lo que ha "indignado" a la ciudadanía aragonesa, que vuelve a movilizarse "y con razón".

La negociación para la liberalización de la AP-68 "está siendo la historia de un auténtico fiasco", ha señalado Nieves Ibeas, quien ha aseverado que "las expectativas no se han cumplido". La parlamentaria ha señalado que "no podemos quedarnos impasibles" ante los accidentes.