Series paranormales: poniéndose en la piel de Lucifer

  • Interpretar a alguien muerto, a un espíritu e incluso a Satanás es todo un reto para los actores, que en ocasiones no llevan bien lo paranormal de su personaje.
  • Cuando una serie se mete en lo misterioso, las anécdotas de rodaje comienzan a verse con otros ojos y la leyenda negra de 'El Exorcista' se hace presente.
Una imagen de la serie 'Ángel o demonio', de Telecinco.
Una imagen de la serie 'Ángel o demonio', de Telecinco.
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Una imagen de la serie 'Ángel o demonio', de Telecinco.

Quizá al intentar guardar este artículo, el texto desaparezca. Quizá el que escribe se golpeará en la espinilla con un mueble. A lo mejor, recibirá la comunicación de una multa de tráfico. ¿Serían hechos derivados de la temática del artículo?

La leyenda negra de los rodajes en los que se tratan temas paranormales, nacida a la inquietante sombra de Poltergeist y El exorcista, parece no ser más que eso, una leyenda. Sin embargo, inmersos en la era de la razón y la ciencia, no hay actor que no sienta un ligero nerviosismo cuando en los platós se suceden hechos poco usuales.

Así, ¿cómo es grabar un formato en el que lo paranormal, lo demoníaco o el más allá son los protagonistas?

La serie Ángel o Demonio se estrenó recientemente en Telecinco. En ella, se cuenta la historia de Valeria, una joven que descubre que es un ángel y que debe combatir a una suerte de familia de demonios que quieren convertirla en uno de ellos. En esta ficción, los efectos especiales llenan la trama de fenómenos inexplicables y sucesos demoníacos y el guión está plagado de tramas malvadas, con acuchillamientos, suicidios, disparos, posesiones...

Pero es algo que no parece inquietar a su protagonista, Aura Garrido, la joven que hace de ángel: "En el plató hemos tenido sustos, pero bastante terrenales, de romperse algo, pero cosas típicas del rodaje", cuenta la joven, que sin embargo, se reconoce alérgica a los formatos de terror: "Soy incapaz de ver series o películas de miedo, soy muy asustadiza. Es ver una película o una serie y ya no duermo ni me puedo quedar sola. Las pelis de miedo las evito con toda mi alma".

La actriz Mar Saura, que interpreta a un demonio de 500 años de edad en la misma serie, asegura que "alguna vez se nos ha ido la luz y en alguna secuencia nos hemos mirado todos y hemos dicho a ver…". Jaime Olías, el joven y apuesto protagonista de Ángel o Demonio, aseguraba que nunca había pensado en eso de la leyenda negra... hasta que mientras se le hacía la pregunta al respecto, se fue la luz en el plató. "¡Ya tenemos la primera anécdota!", exclamaba el joven.

La más valiente de entre los intérpretes de la serie es Cármen Sánchez, que interpreta a un diablo centenario... teniendo sólo diez años. La pequeña actriz cuenta divertida que en una ocasión "se nos fue la luz y tuvimos que repetir una secuencia. Nos quedamos a oscuras y yo tenía que agarrar a una chica y como tenía las manos frías, la chica se asustó y dijo ¡ay, ay!".

Cuando acaba el rodaje, el personaje puede aún acompañar al intérprete y hacérselo pasar mal. Carolina Bona se metió en la fría e inerte piel de Elisa, un espíritu con malas pulgas de la serie ¿Hay alguien ahí? (Cuatro). A esta polifacética actriz sí le da "respeto" lo de convertirse por unas horas en un ser del más allá: "Siempre digo que ellos en su dimensión, y yo en la mía (risas). La verdad es que no me gustaría ver un fantasma".

La serie se rodaba en una enorme casa a las afueras de Madrid, donde fenómenos extraños tuvieron lugar. El primer guardés nocturno abandonó el trabajo sin dar explicaciones y el que le sustituyó hablaba de una puerta del garaje, que se abría y cerraba sola en medio de la noche. Durante el rodaje, el equipo de producción recibió la carta de una mujer que aseguraba sentirse muy identificada con la serie, porque ella vivía en su hogar fenómenos inexplicables.

Aún más inquietantes fueron los fenómenos ocurridos en la serie Los hombres de Paco (Antena 3). En su novena temporada, esta serie de humor comenzó una trama sobre satanismo que se prolongó durante varios episodios. Dos hechos ocurrieron que pusieron en vilo al equipo de la serie. En primer lugar, tras todo un día de rodaje, en el que se habían empleado varios soportes y cámaras, descubrieron que nada se había grabado. Todas las cintas estaban vacías.

Lo peor llegó después, cuando un incendio estuvo a punto de destruir todos los decorados, al arder parte del plató donde se grababan los interiores de la serie, incluidas las tomas que mostraban posesiones y exorcismos. Varios camiones de bomberos hicieron falta para sofocar el misterioso fuego.

Las series no son los únicos formatos en los que la temática paranormal hace plantearse si los pequeños accidentes del día a día tendrán detrás alguna fuerza oscura. Íker Jimenez cuenta que en una ocasión el plató de Cuarto Milenio (Cuatro) "uno de los proyectores tuvo un fallo y mientras hablábamos del 666, en medio del plató apareció una imagen de Damien, el niño de La profecía". No fue el único hecho sobre el que reflexionar: "Un gato negro, aparecido nadie sabe de dónde, cruzó el plató mientras grabábamos".

El lado divertido de ser Satán

Sin embargo, en los platós donde se ruedan tramas sobre el más allá no todo son vómitos verdes, cabezas que giran 360º y cruces invertidas: también hay risas. Y es que "hacer de mala da mucho más juego, es más divertido", afirma Mar Saura.

Las series que se meten en el mundo del terror necesitan todo un complejo entramado de efectos especiales, desde "engaños" de toda la vida a efectos añadidos digitalmente en postproducción. Algunas escenas del rodaje requieren volar, saltar, o pelear y son las que más divierten a los actores. "Trabajamos con un grupo de extras fabulosos. Asombra ver a un tío se tira al suelo desde seis metros de altura y que lo repite diez veces", explica Jaime Olías.

Además, una cosa es rodar, y otra ver el resultado. "Cuando ruedas tú te haces una idea en la cabeza y luego el producto nunca es como estabas pensando, cuando lo ves con el montaje y los efectos es agradable ver que es mejor de lo que habías pensado", asegura Olías.

Sin embargo, estar en el rodaje no te libra de sobresaltos posteriores. "Ángel o Demonio no me da mucho miedo, porque cuando estás dentro lo ves de forma diferente, aunque aún así hay veces que me pego sustos", revela Aura Garrido.

Ser un ente paranormal también puede dar para unas risas fuera del trabajo. Para la pequeña Cármen Sánchez su papel es un juego que a veces ha sacado del plató, como la ocasión en que, aún caracterizada para la serie, esperó a un vecino en el portal de su edificio, a oscuras. "Cuando encendió la luz se asustó y salió corriendo", cuenta riendo la joven.

A Carolina Bona también le propusieron protagonizar una broma pesada: "Me dijeron que podríamos hacer una broma conmigo, en una carretera, de noche, pero creo que es una broma con peligro mortal, porque le puede dar un infarto a alguien".

Por cierto, el texto de este artículo se grabó correctamente y el periodista no se golpeó con el mobiliario... pero le llegó una multa. ¿Cosa de las fuerzas del más allá o de las del Ayuntamiento?

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