Agentes de Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid han detenido a cuatro personas como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que regentaban talleres textiles en situación irregular.

La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha explicado que los cuatro detenidos, todos de nacionalidad china, regentaban otros tantos talleres textiles que han sido desmantelados en el distrito de Usera de Madrid. Durante las inspecciones los agentes encontraron en total a cerca de medio centenar de personas que trabajaban en pésimas condiciones higiénicas y sanitarias y, además, varias de ellas estaban en situación irregular en España.

La operación empezó hace varias semanas, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de cuatro talleres textiles de confección ilegales en el distrito de Usera. Los investigadores constataron que todos ellos eran regentados por chinos y que la mayoría de los trabajadores eran también personas de esa nacionalidad en situación irregular.

Un dispositivo conjunto de las dos Policías procedió a la vigilancia de los locales y, tras verificar la información y con la autorización judicial, llevaron a cabo registros en cada uno de los talleres ilegales.

Los agentes detuvieron a los máximos responsables de cada taller como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y, ya en el marco administrativo, tramitaron diversas actas por irregularidades en las licencias de apertura, actividad, seguridad e higiene en el trabajo.

Por las características y número de la maquinaria encontrada en los cuatro locales (un total de 90) el número de trabajadores (38 personas) y el número de horas que podrían estar trabajando (entre 10 y 14), los talleres estaban preparados para sacar al comercio más de medio millar de prendas diarias, tal y como lo demuestran los fardos de ropa ya confeccionada y de la dispuesta para ser tejida, así como los numerosos restos textiles que se acumulaban en el suelo de los cuatro talleres.

En la inspección realizada por la Policía Municipal en uno de los locales, el de la calle Nicolás Sánchez, fueron encontrados dos menores de edad, hijos de una de las trabajadoras y que no habían acudido al colegio por encontrarse enfermos. Puestos en contacto con el colegio al que asisten los menores, se informó que los pequeños habitualmente acuden a clase.

También constataron graves deficiencias que ponían en peligro la seguridad de los trabajadores, por ejemplo, peligrosas anomalías en la instalación eléctrica, manipulación del contador de luz para aumentar el voltaje, ausencia de extintores y de contenedores de basura ignífugos, y falta de señalización e iluminación de emergencia.