El mejor pan se come en Sevilla y el peor en Madrid, que es donde, además, se consume menos (22 kilos por persona y año), según un estudio realizado por la OCU en nueve ciudades con el objetivo de comprobar la calidad de este producto.

Para ello, esta organización visitó 40 panaderías y 58 supermercados de Barcelona, Bilbao, La Coruña, Madrid, Sevilla, Toledo, Valencia, Valladolid y Zaragoza y analizó tres tipos de pan diferentes: barra común o pistola, barra integral y el pan típico de la zona, ha informado la OCU en un comunicado.

La principal conclusión del estudio es que existen grandes diferencias de precio, de calidad e, incluso, de peso. Así, el coste medio en las panaderías tradicionales es hasta un 60% más caro que en los supermercados, pero en el primer caso la calidad era mejor.

En general, la calidad, salvo alguna excepción, es aceptable, aunque la OCU ha encontrado algunos defectos como escaso aroma, corteza poco crujiente o poco sabor. Además de Sevilla, el pan de mejor calidad se come en Bilbao, Toledo, Valencia y Zaragoza. Las mejores panaderías tradicionales se han encontrado en La Coruña y Bilbao.

El estudio destaca que los panes tradicionales de cada zona (candeales, payés o gallego) son de gran tamaño y suelen durar tiernos más tiempo que las baguettes o las barras normales. Si se tiene en cuenta el precio por kilo de ese tipo de panes, no resultan significativamente más caros, señala la OCU, que ve en ellos una buena opción para familias pequeñas o personas que no tienen tiempo de comprar el pan a diario.

Esta organización de consumidores considera que el precio del pan se debería indicar por kilo y señalar el peso aproximado de la barra, ya que ha encontrado diferencias en barras de tamaño similar de entre 142 y 298 gramos. Para potenciar el consumo de pan integral, la OCU ha pedido a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria que se le deje de considerar como pan especial, lo que permitiría una rebaja del IVA del 8% al 4%.