Es algo común en el cine y series de televisión, tanto extrajeras como nacionales. Ver a actores interpretando papeles en los que su personaje tiene muchos menos años. En Hollywood son muchos los ejemplos que podemos encontrar a la hora de buscar 'maduritos' en la piel de un colegial.

Entre ellas, encontramos a Stockard Channing, que interpretó en la gran pantalla a una mala de instituto célebre, Betty Rizzo (en 1978) en Grease. Entonces, Channing tenía 33 años. Al productor de la película, Allan Carr, no pareció importarle la edad de algunos de sus protagonistas y también contó con Olivia Newton-John para el papel protagonista (Sandy Olsson) cuando ésta contaba con 29 años. Lo más curioso es que fue la propia Olivia la que estuvo cerca de rechazar el papel porque se sentía muy mayor para encarnar a una chica de secundaria.

Otras actrices a las que las cámaras han rejuvenecido unos cuantos años fueron Gabrielle Union, que en A por todas (Bring It On) interpretó, con 28 años, a una animadora de instituto. Junto a ella, en la película, pudimos ver a una jovencísima Kirsten Dunst (también como animadora) que tenía 18 años. Union y Dunst parecían tener la misma edad en la película, aunque en la realidad se llevasen una década de diferencia. Lo mismo ocurrió con Sissy Spacek para el clásico de terror de los 70 Carrie. Spacek tuvo que convencer al director de la película, Brian De Palma, para que no prescindiese de ella por 'vieja'. Otro ejemplo de animadora mayorcita más actual es el de la estrella de Disney Ashley Tisdale, que en la serie Hellcats, se mete en la piel de una joven estudiante cuando en la vida real tiene 25 años. 26 años tenía Shannon Elizabeth cuando interpretó a una estudiante de intercambio checa en American Pie, papel que le sirvió para convertirla en una sexsimbol de finales de los 90 en EE UU.

En los 90 hubo una serie, Sensación de Vivir: Beverly Hills 90210, que reunió a varios actores que, aunque jóvenes, tuvieron que interpretar a chicos de instituto bastantes años más jóvenes que ellos. Entre las chicas, el caso más claro fue el de Gabrielle Carteris, que con 29 años se convirtió en Andrea Zuckerman, de 16 años. Entre ellos, destacaron Luke Perry, que llegó a los 30 años como Dylan McKay, lo mismo que Ian Ziering, que empezó la serie con 26 años y la acabó con más de 30. La tendencia se ha mantenido en el 'remake' de la serie: unos de sus protagonistas, Trevor Donovan, tiene 32 años.

En la actualidad ocurre lo mismo con la exitosa serie Glee. Entre sus protagonistas, Cory Monteith tiene 28 años y Lea Michele 24. Sin embargo, dan el pego vestidos como quinceañeros.

Otro estudiante famoso del cine, Marty McFly, estuvo interpretado por un Michael J. Fox que tenía 24 años en la primera película y que sobrepasó los 30 cuando acabó la tercera entrega de la saga Regreso al Futuro. Algo parecido a Regreso al Futuro y Grease ocurrió con el reparto de Scream. Skeet Ulrich, Jamie Kennedy y Matthew Lillard interpretaban, todos, a chicos de secundaria, pero en realidad tenían, los tres, 26 años.

Estos son algunos de los muchos ejemplos que se pueden encontrar tanto en el cine como en la televisión. Los productores de las mismas acertaron, puesto que todas resultaron un éxito de audiencia. ¿Cuáles te han parecido más llamativos? ¿Añadirías más? Participa en los comentarios.