Kira Miró se pasa al teatro: "Hay una parte de mí a la que le gusta cambiar de aires"

  • La actriz protagoniza la obra 'Fuga', una comedia de timadores.
  • Se representa, con un nuevo montaje, en el Teatro Alcázar de Madrid.
La actriz Kira Miró.
La actriz Kira Miró.
Jorge París
La actriz Kira Miró.

Fuga ha supuesto para Kira Miró su debut teatral, con Amparo Larrañaga y José Luis Gil como compañeros de reparto.

¿Por qué no ha vuelto a subirse a un escenario desde 1999?

No he encontrado el momento ni el proyecto adecuado, pero me apetecía mucho pisar las tablas. Y en esta ocasión se juntaba un guión espléndido y divertidísimo, un reparto espectacular, una producción grande y que yo terminaba la última película que he hecho. Todo me cuadraba.

¿Tiene un don especial para la comedia?

Muy pocas veces podemos elegir –aunque yo llevo unos años que sí tengo esa oportunidad–, y es lo que más me han ofrecido, ha coincidido así. Pero todo se andará (risas).

¿Qué se encontró en los primeros ensayos de Fuga?

Iba con muchos nervios, miedo e ilusión. Y ha sido muy divertido, hemos pasado momentos muy buenos, pero ya teníamos ganas de salir al público; llega un momento que ensayar una comedia sin público es desolador.

¿Sigue nerviosa?

Sí, porque estrenamos en Madrid. Tengo la ilusión de una niña y muchas ganas, pero también un miedo que no me lo quito de encima (risas). Pero es un miedo bonito, que me pone las pilas, que me hace estar alerta y concentrada; no es un miedo que me paralice, para nada.

¿Cómo la han tratado los compañeros?

Muy bien. Sobre todo Amparo Larrañaga me ha acogido desde el primer día, me ha dado todo; es la mujer más generosa que he conocido. Ha estado por mí, para que yo estuviera tranquila, segura… Y no me han acogido como una intrusa. Se podría pensar que, como he hecho más tele o más cine, me estoy metiendo en un terreno que no es el mío, y desde el primer día me he sentido como una más.

¿Consejos recibidos?

El primer consejo que me dio Amparo fue que escuchara al público cuando se ríe; tengo esperar un poquito para decir mi siguiente frase. Amparo me ha aconsejado y ayudado mucho.

Antes de salir al escenario, ¿tiene alguna manía?

¡Un montón! He ido haciendo un pequeño ritual. En el camerino tengo un altar, como los toreros (risas). Ahí tengo una cajita con gominolas que me regaló Luis Merlo con una carta muy bonita, y cada día antes de la función me como una para endulzar los nervios; tengo puesto un collar que me regaló mi madre, uno de mi hermano, el anillo de mi chico, el anillo de mi abuela, el de mi hermana…, como muestra de cariño y amor. Luego hago ejercicios de respiración, de voz, corro un poquito… Voy en zapatillas hasta el escenario -en el último momento me pongo los tacones- y hago estiramientos para entrar a escena. Y cada vez tengo más manías, ¡esto no ha hecho más que empezar! (risas.)

La hora de llegar al teatro, entonces, se irá adelantando…

Me pongo musiquita mientras me maquillo, voy cantando, para estar tranquila…

¡Casi roza la superstición!

Sí, sí. Mira que he ido a rodar cine, tele…, y ¡nunca he sido nada maniática!

¿Qué referentes tiene?

Ninguno claro. Me gustan Meryl Streep, Glenn Close... Según el trabajo que tenga, me inspiro en alguien diferente.

Dice Galcerán que tiene un trabajo arriesgado…

Igual por eso nos engancha un poco. Yo no podría estar con un horario fijo todos los días en una oficina; hay una parte de mí a la que le gusta cambiar de aires: con un reto, con gente, con un miedo, con un proyecto diferente. Yo no me veo haciendo otra cosa. Correré el riesgo hasta que mi cuerpo aguante.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento