Cada noche, uno o dos robos. Así están, desde enero, los 42 municipios que integran la Sierra Norte: una comarca formada por pequeñas poblaciones (Bustarviejo, Patones, La Cabrera y Torrelaguna, entre otros) en la que viven unas 20.000 personas.

Las bibliotecas y los Centros Públicos de Acceso a Internet (CAPI) son los principales objetivos de una banda que busca, sobre todo, ordenadores de última generación con pantalla plana.

En ocasiones, tras el golpe, la banda fuerza el cierre de algún bar para comer y beber.

Ya han caído 25 de 42

Desde enero ha habido saqueos en 25 de los 42 pueblos, según explicó a 20 minutos Rafael Pastor, alcalde de Garganta de los Montes (PP) y presidente del Consejo de la Sierra Norte.

Varios de ellos han sufrido más de un robo, como Cabanillas, Patones, Robledillo y Villavieja. Entre los ciudadanos empieza a cundir la alarma y la pregunta «¿dónde ha sido esta noche?» está en boca de todos.

Acabar con la inseguridad es el objetivo de la reunión que los 42 alcaldes tendrán esta noche en el Ayuntamiento de Buitrago.

«Vamos a solicitar más agentes, porque ahora sólo tenemos cuatro cuarteles de la Guardia Civil para toda la comarca –explicaba ayer el regidor anfitrión, Agustín Ferrer (PP)–. Quizá una solución sería que entre todos tuviésemos una Policía Local mancomunada, similar a las Bescam».

El Consejo de la Sierra Norte envió el 15 de febrero una carta al delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, solicitando una reunión urgente para abordar la cuestión, más guardias civiles y la posibilidad de mancomunarse en Policía Local.

Aunque esta reunión aún no se ha celebrado, fuentes de la Guardia Civil aseguraron a 20 minutos que ya se ha puesto en marcha un dispositivo especial para tratar de desmantelar esta banda. Además, «se han intensificado las patrullas para garantizar la seguridad».

Patrullas ciudadanas

Algunos alcaldes, como José Manuel Fernández (Independientes por Robledillo), propondrán patrullas ciudadanas y un encierro indefinido hasta que la Delegación del Gobierno les dé una solución. «Es vergonzoso: dan un falso aviso a la Guardia Civil para tenerla ocupada y roban con total impunidad» –explica Fernández–.

«En Robledillo, tras llevarse los ordenadores, entraron en la Taberna Museo y estuvieron comiendo y viendo la tele».