Una internauta, Arantxa, encontró al hombre de su vida haciendo una búsqueda por Internet de la palabra ligre (la mezcla entre un león y un tigre). Allí estaba Marcos, camuflado en su weblog y con una foto y un correo electrónico a mano de la internauta herida de amor.
Las experiencias hablan de que es altamente probable pasar del estado del tonteo vía contacto por blog a conocerse en persona. Porque la Red une a dos personas que, entre otras cosas, conectan porque comparten intereses.
Una boda por 17 euros
Nunca un «sí, quiero» había sido tan virtual. Es la historia de Rita Sri Mutiara y Wiriadi Sutrisno. Ella en Bandung, Indonesia; él en California, los Estados Unidos. En 25 minutos se convirtieron en marido y mujer a través de una webcam sin ni siquiera un abrazo previo de por medio. Encontrar pareja en Internet es cada vez más frecuente, pero el enlace entre Rita y Wiriadi es la muestra de amor on line llevada al extremo. También en el precio. El enorme gasto que supone afrontar una boda quedó reducido a poco más de 17 euros. La infraestructura: una webcam, micrófonos y la conexión a la Red.
De virus y besos
Virus: Dicen que el amor actúa como uno. Para protegerse de ellos –de los informáticos– es básico instalar un software y actualizarlo periódicamente.
Concurso de besos: El Expo Hotel de Valencia busca hoy a la pareja que se bese con más pasión. Habrá premio romántico: una estancia de siete días en las Canarias.
Para despechados: Gimnasios de Nueva York ofrecen una clase-terapia por San Valentín: golpear la foto del ex.
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