El detenido por matar a tiros a cuatro personas en Olot y La Canya (Girona) este miércoles es Pere Puig Puntí, un obrero de la construcción de 57 años, aficionado a la caza y sin antecedentes penales.

El presunto homicida es soltero y vive con su padre en Sant Esteve d'en Bas, en la misma comarca de La Garrotxa, según ha explicado un testigo que conocía desde pequeño al autor de los hechos, al que apodaba el "3 P", por las iniciales de su nombre y apellidos. Sin embargo, estaba empadronado en Sant Joan Les Fonts.

Este vecino ha explicado que conocía a Pere de pequeño y lo ha descrito como una persona "rara, aunque no violenta". Como curiosidad, ha explicado que de noche, cuando salía del trabajo, el hombre paseaba disfrazado de sheriff, con una pistola y estrella de mentira.

Pere Puig Puntí era trabajador de la constructora de dos las víctimas y parece que habría sido recientemente informado de que no habría más trabajo para él tras la Navidad. Por ahora, este es el primer indicio que se tiene del móvil del crimen.

No se tiene todavía ninguna hipótesis para explicar qué lo llevó hasta la oficina de la Caja de Ahorros del Medierráneo (CAM) en busca de nuevas víctimas. Los vecinos apuntan a que la situación financiera del detenido era bastante angustiosa y que esta entidad podría haber empezado el embargo de bienes por impago de una hipoteca.

El secretario general de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Maria Pelegrí, ha lamentado el asesinato múltiple y ha relacionado los hechos con la crisis laboral que parece que sufría el supuesto autor material de los hechos. Pelegrí ha manifestado "preocupación" por este suceso teniendo en cuenta el contexto actual de crisis económica. El dirigente de Unió ha alertado de las graves consecuencias sociales de la crisis y por esto ha vinculado los asesinatos a la situación personal del supuesto autor.

Este crimen supone una de las matanzas más graves por motivos económicos que se han registrado en España en los últimos 25 años.  La lista de tragedias está encabezada por el crimen de Puerto Hurraco (Badajoz), ocurrido el 27 de agosto de 1990 y en el que murieron nueve personas, seguida del suceso registrado en 1989 en Chantada (Lugo), donde ocho personas perdieron la vida.

Este crimen supone una de las matanzas más graves por motivos económicos que se han registrado en España en los últimos 25 años.  La lista de tragedias está encabezada por el crimen de Puerto Hurraco (Badajoz), ocurrido el 27 de agosto de 1990 y en el que murieron nueve personas, seguida del suceso registrado en 1989 en Chantada (Lugo), donde ocho personas perdieron la vida.