El ex alcalde de la localidad malagueña de Carratraca Óscar Román (IU) ha asegurado este martes que no le advirtieron de que era ilegal conceder una licencia de segregación y ha indicado que "si hubiese tenido conocimiento de que se iba a cometer una irregularidad no lo hubiera firmado".

El Juzgado de lo Penal número 8 de Málaga ha dejado visto para sentencia el juicio contra Román, para el que el fiscal ha mantenido la petición de un año y medio de cárcel y 10 de inhabilitación para cargo público, aunque ahora lo acusa de un delito continuado contra la ordenación del territorio en vez de por un solo delito, según informaron fuentes del caso.

Los hechos ocurrieron en enero de 2002 cuando, según el escrito del ministerio fiscal, el entonces alcalde presuntamente otorgó por decreto a favor de un particular una licencia de segregación de una parcela de suelo clasificado como no urbanizable, "pese a los informes técnicos y jurídicos desfavorables".

Román, que presentó hace casi un año su dimisión tras manifestar su desacuerdo con algunos aspectos de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) y su aplicación, ha declarado que "en persona, nadie le dijo que era una ilegalidad" y ha indicado que los documentos no los vio "hasta 2006".

"No creo que haya engaño, quizás me he equivocado y tenía que haber pedido toda la documentación", ha aseverado, al tiempo que ha indicado que entendía que cuando los expedientes estaban para firmar en un casillero "es que estaban perfectos". Ha añadido que no dio las licencias para construir.

La acusación pública sostiene que en los informes desfavorables "se ponía de manifiesto la contrariedad de lo solicitado con la normativa urbanística vigente en el momento de los hechos", determinada, según se precisa, por varios artículos de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana.

El ministerio fiscal precisa en su calificación, a la que tuvo acceso Europa Press, que el acusado dio la licencia siendo "sabedor de la evidente flagrante contrariedad con la legislación" y entiende que conocía que tal segregación "encubría una auténtica parcelación urbanística y, como tal, ilegal, en suelo no urbanizable".