La transexual de Lugo que denunció discriminación al restringirse el régimen de visitas a su hijo, Alexia Pardo, se ha declarado "completamente indignada" con la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que considera que los cambios para ver al menor no se produjeron por el cambio de sexo, sino por su "inestabilidad emocional".

La sentencia del alto tribunal, con sede en Estrasburgo (Francia), estima que la restricción del régimen de visitas "no ha sido resultado de una determinación basada en la transexualidad de la demandante". El documento indica que primó "el interés superior" del menor para protegerlo de la "inestabilidad emocional de su progenitor".

"Estoy muy indignada y no lo entiendo", se ha quejado Pardo, que tiene 34 años y trata desde hace varios años de que se amplíe el régimen de visitas a su hijo. Ha anunciado que recurrirá este fallo judicial ante la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo y ha proclamado que seguirá "luchando", pese a que ha admitido que actualmente ya disfruta de más tiempo del estipulado para ver al menor en fines de semana alternos.