La Universidade de Vigo participa en un proyecto para la identificación por radiofrecuencia del origen de los alimentos

El sistema, en el que trabaja con pruebas piloto en una bodega, pretende sustituir a los actuales códigos de barras

La Universidade de Vigo participa dentro de un proyecto comunitario que trabaja en un diseño que permita crear, mediante una identificación por radiofrecuencia, una base de datos europea a través de la que se pueda acceder a toda la información de los productos, tanto en lo que se refiere al origen, conservación, almacenamiento, ingredientes y tratamientos a los que ha sido sometido.

El proyecto 'RDFI From Farm to Fork' está financiado por la Unión Europea y cuenta con la participación de 10 organismos de seis países. En él, colabora un grupo de investigadores del departamento de Teoría de la Señal y Telecomunicaciones vigués dirigido por el profesor Íñigo Cuíñas.

Cuíñas explica que el objetivo es poder recoger los datos desde el origen del producto —plantación, granja, barco— y, mediante un sistema de antenas y receptores, "enviar toda la información de cada paso que sigue el alimento hasta que llega al consumidor" a una base de datos europea.

Esta información sería de utilidad para productores, fabricantes, distribuidores y consumidor final, quien, de este modo, tendría garantizada la trazabilidad.

De esta forma, si se demuestra el buen funcionamiento en las instalaciones piloto que se están realizando en pymes de los países participantes en el proyecto, el nuevo sistema permitiría en un futuro eliminar los códigos de barras.

Mientras que el código de barras necesita de un lector que se debe pasar a mano por cada producto, con la radiofrecuencia —mediante antenas—, el acceso a los datos se haría automáticamente, siempre que el alimento esté en el radio de un receptor.

Otra de las ventajas de este sistema en prueba sería que logra optimizar costes y tiempos al evitarse el tener que realizar a mano las pasadas de los productos por el lector de códigos de barras. BODEGA

El grupo de la Universidade de Vigo está ya trabajando con una bodega y en contacto con empresas conserveras para poner en práctica una prueba piloto.

A lo largo de esta semana instalará redes de sensores en viñedos, para recoger información de las uvas —temperatura, humedad, fertilizantes—, características del producto que el comprador podrá consultar en la base de datos.

En este sentido, Cuíñas precisa que, teniendo en cuenta que muchos de los datos obtenidos no son de interés para todos los actores del proceso, según se trate de productores, envasadores, transportistas o consumidores, los datos a los que puedan acceder "estarán adaptados a su interés".

De obtenerse resultados positivos en las pruebas piloto, el objetivo será crear redes de empresas a nivel europeo que adopten la tecnología de radiofrecuencia.

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