La Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife ha arremetido contra los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2011, toda vez que apenas recorten en personal y sí en inversiones reales que permitan lograr la recuperación económica en el archipiélago.

En una nota de prensa, donde refleja su análisis de las cuentas canarias para el próximo año, la patronal ha incidido en que en un proyecto de presupuesto restrictivo como el de 2011, donde los gastos disminuyen de media un 15,09%, los gastos de personal no puede ser la partida que menos disminuye del presupuesto (-4,42%), mientras que las inversiones reales que contribuirían a alcanzar mayores cotas de crecimiento económico y reducir las elevada tasa de desempleo en Canarias caen un 19,63%.

CEOE-Tenerife también ha centrado su atención en que el total de recursos destinados a los dos capítulos de inversiones reales y transferencias de capital en su conjunto no superen, en peso, al capítulo 2 de gastos corrientes en bienes y servicios.

Así, la patronal ha indicado que los gastos de personal pasan de representar el 35,28% del presupuesto consolidado de 2010, a alcanzar el 40%; lo que se traduce en unos 305,6 millones de euros que se podrían destinar a incrementar las inversiones productivas de haber mantenido su peso en el total de gasto, con el consiguiente efecto arrastre en la economía y el empleo.

Además, si el Gobierno de España no hubiese recortado los salarios de todos los empleados públicos en un 5% en el mes de junio, sería la única partida del presupuesto que hubiese visto incrementada su cuantía, advirtió la Confederación empresarial.

Presupuesto de base cero

CEOE-Tenerife entiende que la actual coyuntura económica hace "más necesaria que nunca" la elaboración de presupuestos de base cero en todas las instituciones públicas donde, en lugar de partir del presupuesto del año anterior sin evaluar la eficacia del gasto, se reevalúen cada año todos los programas y gastos de las instituciones mediante un análisis coste-beneficio, eliminando gastos inútiles y duplicidades en el proceso, permitiendo reducir gastos sin afectar actividades prioritarias.

Asimismo, la evolución final del cobro real de los ingresos tributarios presupuestados en función del nivel de recuperación de la actividad económica, y en consecuencia del grado de cumplimiento de las previsiones macroeconómicas, condicionará finalmente el alcance del plan de consolidación fiscal del Presupuesto de 2011.

A lo que poco parece contribuir la más acusada reducción (-24,27%) de los recursos destinados a operaciones de capital frente a la reducción de las operaciones corrientes (-9,40%) que, además, pierden peso sobre el total de gasto.

Por otro lado, CEOE-Tenerife ha dicho no comprender cómo cada año el Gobierno de Canarias dedica una mayor parte del presupuesto al mantenimiento del empleo público y a los gastos corrientes y bienes y servicios, puesto que siendo el objetivo del Ejecutivo mantener o mejorar los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos, el proceso de racionalización y gestión más eficiente que este compromiso implica debería verse reflejado en el gasto destinado a la racionalización y modernización administrativa que, por segundo año consecutivo, sufre un alto recorte presupuestario, lo que dificulta la consecución del "ambicioso y necesario" plan de simplificación administrativa que ha iniciado el Gobierno de Canarias.

Por último, la patronal ha reflejado su preocupación por que no se asuma la necesidad de dinamizar la actividad económica con la mayor reducción presupuestaria que afecta a los bloques de políticas destinadas al desarrollo de los sectores productivos (-20,72%), entre los que cabe señalar la agricultura, ganadería, pesca y alimentación, el sector industrial y energético, la promoción económica y comercial, y el apoyo al sector turístico, y al bloque de actuaciones sobre el territorio (-25,62%) entre las que destacan las infraestructuras y servicios de transporte, e infraestructuras turísticas, y que en su conjunto apenas alcanzan el 11% del gasto destinado a los primeros ocho capítulos del presupuesto.