Zapatero proclamó que "hay que respetar el monumento que es toda lengua de un pueblo" e insistió en que catalán y castellano "pueden convivir perfectamente y enriquecerse recíprocamente".

El presidente se mostró más partidario de hablar de "democracia" que de "pueblos y naciones" y, en esta línea, consideró que "ser fiel a los valores democráticos supone respetar la manera de ser de cada uno, convocar a la integración y al respeto de lo que se piensa".

No nace un nuevo modelo territorial

"El Estatuto no da a luz un nuevo modelo territorial en nuestro país; el Estatuto pone luz al modelo territorial vigente", ha dicho el presidente, quien afirmó que ahora al PP "le parece un drama la cesión del 50% del IRPF". No se un drama, dijo el presidente: "lo que pasa es que no han podido hacerlo ellos", añadió el presidente.

Respecto al referéndum que está pidiendo el PP mediante una recogida de firmas, Zapatero se mostró sorprendido de que dicha campaña se base en una pregunta acerca de la igualdad de derechos y prestanciones entre todos los españoles.

"Llegan tarde a esa pregunta. La respuesta ya la dimos en el 1978 con la aprobación de la Constitución", aseveró Zapatero.

¿Un Gobierno PSOE-CiU en Madrid?

Por otra parte, minutos antes, el presidente de la Generalitat y del PSC, Pasqual Maragall, consideró "blindado" un nuevo Gobierno del PSOE en España gracias a la disposición de CiU a participar en el Ejecutivo y celebró que el nacionalismo catalán "deje de hacerse el sueco" para "comprometerse en la gobernación" del país.

En su discurso ante el Consell Nacional del PSC, todavía en ausencia del presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, Maragall manifestó su "confianza" en una futura alianza CiU-PSOE y se manifestó interesado en ver "como va cuajando".