La adopción de menores españoles ya no será 'la más castigada' por la burocracia

  • El Senado aprueba un informe para mejorar el sistema de adopciones.
  • "España tiene cerca de 40.000 menores en situación de desamparo", asegura Mario Bedera, impulsor del texto en el Senado.
  • El documento apuesta por que los menores sean acogidos por familias en lugar de instituciones.
  • Baja la adopción internacional debido a las restricciones en esos países.
El Senado ha analizado los procesos por los que la Administración interviene en la situación de un menor.
El Senado ha analizado los procesos por los que la Administración interviene en la situación de un menor.
DGA
El Senado ha analizado los procesos por los que la Administración interviene en la situación de un menor.

Uno de los problemas principales que sufre el sistema de adopciones de niños españoles (entendidas como adopciones nacionales) es el tiempo de espera: desde que se envía la solicitud al Servicio de Protección de Menores de su respectiva Comunidad hasta que al menor le asignan finalmente una familia, una media de siete años.

Para mejorar la legislación vigente en el tema de las adopciones de carácter nacional, una comisión especial ha aprobado por unanimidad en el Senado un documento de conclusiones y 72 recomendaciones al Gobierno español y a las Comunidades Autónomas.

Así, el Senado ha analizado y cuestionado los mecanismos de detección de problemas en las familias, los procedimientos por los que la Administración se hace cargo de un menor y el proceso por el que un niño acaba ingresado en un centro público o acogido en una familia.

Mario Bedera, actual secretario de Estado de Educación e impulsor de esta comisión en el Senado, subraya las medidas más destacables del texto, entre las que se encuentra la "desaparición legal del acogimiento residencial para los menores de 6 años". Es decir, una apuesta en favor de que los menores sean acogidos por una familia en lugar de una institución, que además de ser mejor para los niños, es más barato.

"En España, las administraciones tienen entre 35.000 y 40.000 menores en situación de desamparo que, por motivos particulares, se encuentran acogidos temporalmente entre familias y centros de menores", cuenta Bedera. "Sólo un 10% de esos niños son aptos para ser adoptados de manera permanente", añade.

Bedera insiste también en eliminar "toda burocracia administrativa" para poder incentivar las adopciones de niños españoles, cuya cifra anual ronda entre 800 y 900. "El tiempo de espera (entre las adopciones nacionales y las internacionales) es exactamente el mismo, entre 6 y 7 años", afirma.

El proceso de adopción nacional

Las familias que desean adoptar a un menor español deben informarse y presentar la solicitud en su propia región. Automáticamente, pasarían a una lista de espera para su valoración.

Durante este proceso se realizan entrevistas y visitas domiciliarias, entre otros trámites. Las autoridades son las que estudian los informes de cada familia y valoran si los solicitantes son idóneos para ejercer la adopción.

En caso positivo, a las familias se les asignaría un menor, entrando en una primera etapa denominada de acogimiento familiar preadoptivo. Este período de acogida oscila entre los seis meses y un año. Así comienza el procedimiento de integración del menor en una familia.

Posteriormente, se presenta al juez la propuesta de adopción por parte de la entidad pública que ha estado tutelando al menor. El juez, una vez valorado la documentación e informe del fiscal, dicta el auto de adopción y finalmente se realiza la inscripción en el Registro Civil para modificar los apellidos.

Bajan las adopciones internacionales

"Hasta hace unos años, resultaba más fácil irse a China o a la India que tener acogido a un niño de su propia región", dice Mario Bedera. La causa principal, apunta Bedera, era la escasa coordinación entre las Comunidades Autónomas.

La situación está cambiando, y para que esto sea más efectivo, Bedera pide a las administraciones "una homogeneidad en la forma de trabajar para poder elaborar un registro estatal de adopciones".

Por otra parte, la actitud de China y Rusia, países de donde las familias españolas demandaban más niños, ha dado un giro notable. "Cada vez dan menor salida a sus nacionales, se están cerrando mucho y hace que las adopciones internacionales caigan en picado", concluye Bedera.

BEATRIZ Y MIGUEL ÁNGEL: "NOS COGIÓ POR SORPRESA"

Beatriz y Miguel Ángel, padres adoptivos de dos niños de 5 y 6 años, tardaron más de lo previsto en su proceso de adopción. "Rellenamos la solicitud de la adopción en enero de 2001 y, al año, la Junta de Castilla y León nos mandó una carta. Tendríamos que esperar una media de 7 años". Se trata de un caso particular, pero perfectamente extrapolable al conjunto del Estado.

"Nos avisaron en 2009 y nos cogió un poco de sorpresa, porque llevábamos desde 2001 sin saber nada. No es que te olvides del tema, pero tienes que hacer tu vida", cuenta Beatriz.

Durante el proceso de valoración, "te hacen toda clase de preguntas, con pelos y señales y te piden toda clase de certificados médicos y de penales", dice Beatriz. "Desde mi punto de vista, las pruebas psicológicas que hicimos eran un tanto ridículas y anticuadas", añade.

En su caso, el procedimiento de adopción todavía no ha finalizado: "llevamos un año de acogimiento, casi resuelto. La familia de la madre biológica no ha dado problemas ya que les ha rechazado legalmente".

Pese al largo proceso que les ha tocado vivir, Beatriz y Miguel Ángel aconsejan la adopción, "sea del tipo que sea". En su caso, la adopción internacional fue descartada por motivos personales, ya que "nos pareció injusto que siendo algo legal, parece que los propios Gobiernos mercadean con los niños", concluye Beatriz.

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