La Audiencia Provincial de Salamanca celebró hoy la primera sesión del juicio contra V.M.G.P, quien mató a su ex novia a navajazos en agosto de 2008 en el interior de un coche, que se encontraba junto a la depuradora en el término municipal de Villamayor de la Armuña (Salamanca).

El joven V.M.G.P. aseguró que su pareja, que había roto en dos ocasiones con él en el último mes, acudió a este paraje alejado de viviendas, próximo a la ciudad de Salamanca, porque allí habían mantenido en alguna ocasión "relaciones".

Previamente, el joven apuntó que se habían estado "besando" en el coche y que decidieron ir al descampado para tener mayor intimidad, y allí estuvieron desde las 01.00 horas hasta las 05.00, cuando el joven vio que en el móvil de su acompañante había varios mensajes de otros chicos, lo que provocó una discusión.

"No me gustaba que anduviera con otros chicos pero al igual que ella, que no le gustaba que yo anduviera con otras chicas", señaló delante del jurado popular de la sala de la Audiencia Provincial salmantina.

Según el acusado, trató de leer lo que ponía en el teléfono, a lo que ella se resistió, cayeron fuera del vehículo durante el forcejeo y, entonces, él "recordó" que tenía una navaja en el interior del coche.

A continuación extendió el brazo, cogió el arma y asestó hasta cinco puñaladas en el cuerpo de la víctima, cuatro de ellas en el cuello y una en la zona lumbar.

Durante el juicio, el agresor afirmó que apenas recuerda ese momento y que no se dio cuenta de lo que había hecho hasta que vio a la chica sangrar.

La navaja, un arma ilegal de nueve centímetros de hoja, llevaba tiempo en el coche porque, según él, la utilizaba cuando iba con sus amigos al campo y a pescar. Aun así, la acusación particular recordó que el padre del joven apuntó durante la investigación que nunca la había visto en el vehículo.

Sobre el arma, el acusado explicó que lo había comprado en un mercadillo en un pueblo de Portugal, del que él es natural e insistió en que no sabía que era ilegal por sus dimensiones y que no fue el único que compró la navaja.

En agosto de 2008, cuando ocurrieron los hechos, la víctima tenía 18 años y el agresor 19 años, y llevaban dos años de relación aunque en el último mes ella había decidido "romper". No obstante, V.M.G.P. señaló que mantuvieron el contacto, incluso él le pidió que le acompañase el fin de semana previo al suceso a la playa en Santander, a lo que ella no accedió.

El suceso tuvo lugar sobre las 05.00 horas, cuando la Benemérita, alertada por el propio agresor, se desplazó hasta el lugar de los hechos. Allí localizó al joven y a la víctima, ya fallecida por apuñalamiento, en el interior del vehículo, donde la había introducido él. "Le dije que tranquila, que le iba a llevar al hospital", aseguró el detenido.

La Fiscalía pide en principio 16 años de prisión por asesinato con alevosía y un año más por tenencia ilícita de armas. La acusación particular solicita 20 años por asesinato y otros dos por la posesión de la navaja.

Por su parte, la defensa aboga por dos años de prisión por homicidio imprudente y delito de lesiones. El abogado de V.M.G.P. defiende que su cliente no trato de matar a la víctima y que hubo circunstancias atenuantes, habló de crimen "pasional" y de que sufre disfunción cerebral con varios casos de brotes de naturaleza epiléptica en su familia.