El acusado de intentar matar a su mujer en Ciudad Real dice que no sabe de dónde viene esa "obsesión"

Un hombre identificado como Ángel R.V. ha asegurado que no sabe por qué puede tener la "obsesión" de querer matar a su mujer, delito por el que está cumpliendo condena tras un primer intento y por el que ha sido procesado en otras dos ocasiones, siendo por estos últimos por las que está siendo juzgado desde este jueves en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

Un hombre identificado como Ángel R.V. ha asegurado que no sabe por qué puede tener la "obsesión" de querer matar a su mujer, delito por el que está cumpliendo condena tras un primer intento y por el que ha sido procesado en otras dos ocasiones, siendo por estos últimos por las que está siendo juzgado desde este jueves en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

Ángel R.V., desde 2007, cumple en la prisión de Herrera de la Mancha una condena de cinco años y ocho meses por haber encargado a un ciudadano rumano que matara a su mujer, hechos que aquel hombre denunció a las autoridades.

En la Sección Primera de la Audiencia de Ciudad Real, por otro lado, se le ha comenzado a juzgar por un delito de asesinato en grado de tentativa y por otro de proposición al asesinato, por los lo que el fiscal le pide 19,6 años de cárcel.

Según la acusación, nada más entrar en la cárcel de Herrera de la Mancha, a principios de enero de 2007, Ángel propuso a otro interno que estaba a punto de abandonar la prisión que matara a su mujer, algo que el hombre, identificado como A.A.S., también denunció a las autoridades.

Asimismo, en la misma causa, se esta viendo otro intento de matar a su mujer por envenenamiento mediante raticida durante algo más de un año, entre 2002 y septiembre de 2003.

Buena relación

El hombre, en su declaración ante el tribunal, ha reconocido que la relación con su mujer era buena, que no tenían problemas económicos, y ha reconocido que hizo la propuesta al otro preso, pero que enseguida se olvidó de ello. También ha negado que suministrara raticida a su mujer.

Los hechos del posible envenenamiento y de la primera proposición para acabar con la vida de su mujer se produjeron en el tiempo en que el acusado sufrió un grave accidente de tráfico, por el que estuvo 15 días en coma y que la originó importantes problemas físicos.

La mujer, Martina F.C. ha ratificado la buena relación de la pareja y ha recordado que la sentencia que ahora cumple se recurrió y se pidió un indulto para el hombre, indultó que ella mismo también apoyó.

Fue al descubrir el segundo encargo para matarla, y no convencerle sus explicaciones, cuando decidió iniciar los trámites de divorcio con el acusado, momento en que empezó a pensar que sus problemas físicos —falta de vitamina K que le provocaba fuertes dolores y problemas de coagulación— podían deberse a causas provocadas, dado que mejoró cuando empezó a no convivir con el acusado.

Por otro lado, el hombre al que se le hizo el segundo encargo en la cárcel de Herrera de la Mancha ha ratificado el ofrecimiento y también ha señalado que su respuesta fue dar cuenta a las autoridades.

Los forenses que han estudiado el caso han concluido que el acusado no presenta trastornos mentales, más allá de ser poco expresivo y tener una tendencia perfeccionista.

Por otro lado, en relación como el raticida, han señalado que han llegado a la conclusión de que pudiera haberlo ingerido por "eliminación", dado que se ha comprobado que la mujer no padecía ninguna enfermedad que le pudiera provocar los mismos síntomas que tenía.

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