El Centro Socio-Cultural de Abusu-La Peña, en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga, conmemorará el 24 aniversario del accidente nuclear de Chernóbil, a través de la muestra fotográfica "Hijos de Chernóbil".

La muestra permanecerá en el citado centro desde 8 al 19 de noviembre y parte de la recaudación irá destinada a la Asociación Chernobileko Umeak, según han indicado fuentes municipales en un comunicado.

La exposición, obra del artista Jorge López, exhibe imágenes de la vida cotidiana de las víctimas del accidente en la central nuclear ucraniana que, tras 24 años, siguen padeciendo la radiación.

Desde el Ayuntamiento de Arrigorriaga han indicado que Jorge López congela en sus fotografías la realidad de personas anónimas que tienen una historia que contar, y lo hace siempre desde una mirada crítica que intenta trasladar a las personas que observan sus fotografías. En esta ocasión, según han dicho, "su objetivo ha apuntado a la catástrofe registrada en Chernóbil el 26 de abril de 1986".

Casi un cuarto de siglo después del accidente, "su terrible herencia aún continua vigente. Ucrania, cuna del desastre, es hoy presa de un capitalismo voraz que lo convierte en un país de fuertes contrastes y desigualdades sociales", apunta el autor de la exposición en el espacio cultural de Abusu.

"dar luz al sufrimiento"

Las fotografías de Chernóbil "buscan dar luz al sufrimiento de unas gentes humildes que conviven con las consecuencias de una catástrofe silenciada y que luchan por ofrecer un futuro mejor a sus hijos, lejos del dolor de la enfermedad", sentencia López.

Las imágenes fueron realizadas en dos fases. En una primera toma de contacto, que tuvo lugar en 2008 en el transcurso de un viaje a Ucrania con la asociación Chernobileko Umeak para visitar a los niños antes de arribar a Euskadi con las familias de acogida, el fotógrafo sondeó el escenario y a sus protagonistas y tomó las primeras fotografías. Al año siguiente, regresó a Chernóbil para formalizar ya los trámites de cara a la inminente acogida y fotografiar los rostros de los protagonistas desde otra perspectiva.

Las casi 50 instantáneas que componen la exposición recogen "la manera de vivir por parte de los afectados del accidente para que la gente sea testigo del problema, que tras casi un cuarto de siglo, sigue igual y contaminando con radiación a los habitantes de Chernobil, quienes se limitan a subsistir, pues a causa del castigo del embargo para no exportar la contaminación, padecen una economía de subsistencia: cultivan sus propias hortalizas con el agua contaminada por la radiación. Es un círculo vicioso", dice López.

La exposición llega ilustrada con un libro de cien fotografías que tiene un coste simbólico y solidario. El precio de venta al público de la publicación son 5 euros, que irán destinados a la asociación Chernobilko Umeak para hacer posible que prosiga con su actividad, consistente en seguir poniendo en contacto niños afectados por el accidente de la central nuclear con familias vascas para sacarles de su rutina.

El accidente de Chernóbil se ha convertido en la catástrofe nuclear más grave de la historia, al ser la única explosión radiactiva que ha alcanzado hasta la fecha la categoría de nivel 7, el grado más alto en la escala INES.

El siniestro tuvo lugar durante una prueba que simulaba un corte de suministro eléctrico. Un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la central produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor, que provocó la explosión de hidrógeno acumulado en su interior. La cantidad de material radiactivo liberado, que fue 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y provocó una alarma internacional al detectarse radiactividad en diversos países de Europa septentrional y central.