La lancha hundida en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) ya se encuentra en el varadero después de que, en las últimas horas y aprovechando la bajamar, se retirase todo el combustible de los tanques y, tras achicar el agua de su interior, se trasladase a la rampa de varada.

Como explicó el portavoz de la Escuela Naval, José Luis Guitar, "las filtraciones de gasóleo procedían de los atmosféricos, aunque fueron selladas en la tarde del pasado lunes por los buzos de la Armada". Estas maniobras fueron supervisadas por una embarcación de la Agencia Europea de Seguridad Marítima, el barco de Salvamento Marítimo 'María Pita'.

Tras inspeccionar la Ría de Pontevedra para comprobar la eficacia de las medidas de emergencia adoptadas para contener el vertido de combustible, el capitán del citado buque, José Manuel Vázquez Cal, ha apuntado que no se ha divisado ninguna mancha "especial". El auxiliar de este barco batió el mar durante estos días para contribuir a la evaporación del gasoil mediante el movimiento del agua. HUNDIMIENTO

El hundimiento de esta lancha tuvo lugar la madrugada del pasado domingo a causa de las malas condiciones meteorológicas. Se trata de una embarcación Y-521 perteneciente al tren naval de la Escuela Naval militar (ENM), que se encontraba atracada a los pantalanes flotantes situados en la dársena interior de la ENM.

La Y-521, de 14 metros de eslora y 4,5 de manga, se construyó en Barcelona en 1978 y se utilizaba en labores de patrulla y vigilancia de la Isla de Tambo. En el momento del hundimiento contenía aproximadamente 1.400 litros de gasoil en sus depósitos.

Plan de contingencias

El portavoz de la Escuela Naval informó que "como precaución ante un vertido de combustible como consecuencia del hundimiento y siguiendo el protocolo de la ENM sobre contaminación marina, se activó de inmediato el plan de contingencias".

Según la versión oficial, a las 04.15 ya estaban desplegadas las barreras de contención que cerraron todo el perímetro de la dársena interior, también se lanzó dispersante y se desplegaron mantas absorbentes para recoger el combustible derramado. Asimismo, se solicitó el auxilio de la unidad de buceadores de Ferrol para taponar los atmosféricos y cualquier otra vía por la que pudiera derramarse combustible.

"Al amanecer se pudo comprobar que, si bien la mayor parte del vertido se mantenía concentrado dentro de la dársena interior con los medios empleados, se habían producido algunas filtraciones hacia la dársena exterior por lo que se solicitó, siguiendo el protocolo establecido, apoyo a la autoridad portuaria de Marín para el despliegue de una segunda barrera de protección", ha detallado Guitar.