Manuel Fraga: "Yo no veo que la unidad de España esté en peligro"

Manuel Fraga nació en Villalba (Lugo) en 1923. Ha sido o es catedrático, diplomático, escritor, ministro de Franco y líder de la derecha desde la creación de Alianza Popular en 1977. Presidió la Xunta entre 1989 y 2005. Es viudo y padre de 5 hijos.
Fraga, Presidente Fundador del PP y ex Presidente de la Xunta de Galicia
Fraga, Presidente Fundador del PP y ex Presidente de la Xunta de Galicia
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Fraga, Presidente Fundador del PP y ex Presidente de la Xunta de Galicia

Abandonar la presidencia de la Xunta le ha quitado a Fraga una gran losa de encima. A sus 83 años se prepara para completar como senador su interminable currículo. Puede presumir de haber logrado en el PP de Galicia una sucesión ordenada.

Parece dispuesto a morir con las botas puestas...

No voy de cowboy ni de caballero andante. Después de 55 años de servicio público, el partido quiere que yo siga, y ahora que se habla de una antigua propuesta mía como es la reforma del Senado, insisten en que yo esté allí. No me puedo negar.

Ha dicho que va a Madrid para no ser una carga para su sucesor ¿Le parece que Aznar guarda respecto de Rajoy la distancia suficiente?

Yo sobre los demás no quiero opinar. Lo que sí sé es que las circunstancias son muy distintas. Si yo sigo en este despacho de diputado, cualquier descontento, si lo hay, puede causar un problema a mi sucesor. Yo he hecho por Galicia en 15 años todo lo que podía, y he dejado al partido una sucesión organizada con evidente continuidad.

¿Es usted de los que cree que peligra la unidad de España?

Peligro propiamente dicho para la unidad no veo, pero sí pueden originarse conflictos innecesarios que parecían superados. En la descentralización del Estado llevamos explorando caminos en los últimos 30 años y no nos ha ido nada mal. Ahora, es verdad que algunos quieren reinterpretar eso utilizando una Constitución que dic con toda claridad que no hay más que una nación que es España, patria común e indivisible de todos los españoles.

Tras el acuerdo inicial sobre el Estatuto de Cataluña, lo que sí parece en peligro es la unidad del PP...

Mire usted, los cambios de personas no son un incidente de partido. Yo he podido oír hasta hace poco cómo Ibarra o Chaves discrepaban de muchos aspectos del proyecto y al final han llegado, al parecer, a algún tipo de acuerdo. Los partidos suelen superar esas crisis y cuando no, explotan. El nuestro no está en peligro de explotar ni mucho menos.

Tenemos a Piqué para rato entonces...

Yo no tengo por qué opinar de eso, pero creo que se superarán las diferencias dentro del espíritu de unidad en la diversidad que siempre nos ha caracterizado.

Si Cataluña se siente nación, ¿cómo debe sentirse Galicia?

El gallego se siente tan gallego como español y tan español como gallego. Se da cuenta de que su sitio está con otras comunidades que han formado esa gran España.

¿Sigue pensando que la Constitución debe actualizarse?

Primero hay que cumplirla. Las constituciones hay que modificarlas con cuidado de no atacar sus principios básicos. No hay que cambiarlas sin necesidad. Pero no creo que la Constitución sea una pieza absoluta y mineralizada. De las cuatro reformas anunciadas, dos, la del Senado y la referente a la Conferencia de Presidentes, las había propuesto yo hace mucho tiempo.

¿Qué le parece que desde su partido se dude de la legitimidad del Gobierno y se diga que ha entrado en el Congreso en tren de cercanías?

Si no hubiera ocurrido lo de Atocha, hubiéramos ganado las elecciones, sin duda alguna
Ese tema se puede interpretar de varias maneras. Lo que es evidente es que la elección, celebrada a los dos días de los gravísimos sucesos de Atocha [el 11-M] y permitiéndole al señor Rubalcaba, portavoz autorizado del Partido Socialista, utilizar el día de reflexión para hacer una campaña tremenda en contra nuestra y convocando a la gente ante nuestras sedes, no fue la mejor ocasión para que todo el mundo quedara satisfecho. Podía haberse decidido perfectamente suspender las elecciones, aplazarlas una semana. Sin embargo, nadie lo propuso.

Algún error más cometerían para perder las elecciones además de no suspenderlas...

Yo creo que el de Aznar es el mejor Gobierno que ha tenido España desde la Constitución. Tenía gente de una categoría extraordinaria como Rato, el propio Rajoy.... Lo cual no quiere decir que no haya cosas que no puedan discutirse. Pero, desde luego, sin lo de Atocha se habrían ganado las elecciones sin duda alguna.

¿De ahí procede la crispación actual?

Se llama crispación a defender verdades constitucionales. Es legítima defensa. Da la sensación de que hay personas en el Gobierno demasiado atadas por compromisos que plantean una revisión de los principios básicos de la Constitución y de la transición.

¿Le parecería bien que el Gobierno negociara con ETA si deja las armas?

Si ETA dejara las armas se podría considerar, pero es que de esto no se ha hablado aún.

EN DOS PALABRAS

No soy un santo

 
¿Reza? Sí, soy profundamente creyente, aunque eso no quiere decir que sea un santo.
¿Qué libros tiene en la mesilla? Ninguno. Llego muy cansado a la cama.
¿A qué hora se levanta? A las siete todos los días; antes, a las seis.
¿Dónde lee la prensa? En el despacho.
¿Se maneja en Internet? Siendo un hombre del siglo XX, no del XXI, prefiero el papel impreso.
¿Se da algún capricho? No soy caprichoso.
¿Qué le sugiere la expresión ‘Nunca Mais’? Una hábil maniobra política.

SIN RESPIRAR

 Detesto la inseguridad

Adora: El servicio público, aunque me gusta la caza, la pesca y muchas cosas más.
Detesta: La inseguridad.
Teme: Que el país se vuelva loco, el hundimiento de la familia y los valores cristianos.
Colecciona: Ahora, nada; de niño, sellos.
Una manía: No tengo.
Una virtud: No soy hipócrita.
Un defecto: Todos.

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