A sus 66 años, cuando muchos disfrutan de la jubilación o piensan en ella, Josep Maria Pou afronta con la ilusión de un joven su nuevo cargo: director artístico del Teatro La Latina.

La Latina es una sala tremenadamente castiza. ¿Hará algún giro más moderno?

Quiero respetar al teatro más castizo y popular de Madrid.  Es un lugar con tradición que empezó con género lírico y revista y en los últimos años ha sido más ecléctico. Espero que estén los grandes éxitos de Broadway o París.

O sea, que nada de obras experimentales.

No va a haber una revolución, sería absurdo. Tengo que llenar el teatro.

Con lo antiguo que es, igual necesita un lavado de cara.

Dentro de un año haremos obras. Hay que hacerle una puesta al día. No descarto una ampliación y ordenar mejor el escenario.

Los musicales arrasan. ¿Se verá alguno en La Latina?

No será en las primeras temporadas, pero no descarto uno, eso sí, no como los de la Gran Vía, que son franquicias.

¿Es exigente el público de Madrid?

Entiende mucho de teatro porque hay tradición, y por eso también es muy exigente. En Madrid, cuando al público le gusta una obra aplaude con muchas ganas.