Sin apenas dar detalles, y sólo como un avance de su pretendido plan de reducción de la espera diagnóstica, la presidenta Esperanza Aguirre, hizo ayer este anuncio tras el primer Consejo de Gobierno de 2006 de la Comunidad.

Aguirre explicó que, en principio, para no causar «de golpe aglomeraciones», los médicos de familia podrán pedir directamente pruebas  clínicas en patologías como la alergia, siempre que el diagnóstico sea claro. No precisó en qué otras enfermedades será posible esta opción. Las autoridades sanitarias, que destinarán 15 millones de euros a este primer plan de ataque contra las listas de espera, quieren que los médicos de cabecera prescriban las pruebas y el paciente disponga de ellas en la primera visita al especialista. El problema podría surgir en el colapso de los servicios clínicos (laboratorio, radiología, etc).

La espera diagnóstica es uno de los más graves handicaps de la sanidad pública. Los usuarios sufren demoras de hasta siete meses para ver a un especialista. Sanidad admitía que en 2004 había 14 días de espera media para un TAC, 22 para una resonancia y 42 para una ecografía.

Mamografías, un año

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública ofrece datos más pesimistas, con esperas máximas de un año para una mamografía y 178 días para una eco. Su presidente, Marciano Sánchez Bayle, calificó la medida de «positiva», aunque «habrá que ver la letra pequeña». El sindicato de médicos CESM aseguró que toda iniciativa para mejorar la espera «es bienvenida», aunque dijo desconocer el detalle de la iniciativa.

Resonancias y endoscopias

Los médicos de cabecera piden pruebas diagnósticas sencillas como analíticas y exploraciones radiológicas básicas. Ahora podrían pedir exploraciones diagnósticas de radiología y hasta endoscopias, aunque ello dependerá de lo que decida Sanidad. Un médico de cabecera podría, inclusive, prescribir una mamografía, con lo que se evitaría la derivación al ginecólogo, según la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública.