La Guardia Civil de Alicante ha detenido a un joven de 19 años como supuesto autor de un delito de maltrato y abandono de animales, tras ser hallados dos caballos que había encerrado en una caseta de reducidas dimensiones y que presentaban una extrema desnutrición y problemas de movilidad severos.

Los animales habían vivido en una situación higiénico-sanitaria desfavorable dentro de una caseta de aperos en una finca del municipio alicantino de Daya Vieja, han informado fuentes del Instituto Armado. La detención del joven, que se produjo el pasado día 15, es fruto de la investigación que abrió el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.

Cuando los agentes localizaron su emplazamiento y se personaron allí, los animales ya no se encontraban en la finca, si bien una inspección ocular constató que la habitabilidad y la situación higiénico-sanitaria de las instalaciones eran deplorables. El SEPRONA averiguó luego que dos caballos procedentes de la citada finca habían sido acogidos por una asociación protectora de caballos y ponys, fundada por personas de nacionalidad británica asentadas en España, previo pago de 300 euros.

Un examen veterinario de los animales determinó que presentaban caquexia (extrema desnutrición), alteraciones cutáneas y problemas ortopédicos severos, causados probablemente por las condiciones de falta de espacio para moverse en la caseta de aperos donde habían estado encerrados y la carencia de tratamiento adecuado.

Tras esta exploración, uno de los caballos tuvo que ser ingresado en el Hospital Policlínico Veterinario de San Vicente del Raspeig (Alicante), aunque fue dado de alta varias semanas después al haber recuperado 18 kilos de peso.

El SEPRONA supo, a través de un informe de la Policía Local de Daya Vieja, que el pasado mes de diciembre había muerto un burro en la misma finca a consecuencia de diversas patologías y la caída a una acequia, que le produjo la inmovilización de las extremidades posteriores.

El informe veterinario de ese animal era también concluyente: existían patologías previas al fallecimiento que hubieran precisado de atención veterinaria, la postración e incapacidad que presentaba el burro eran de urgencia y las condiciones en las que se hallaba no eran apropiadas para su especie.