Un total de 22 polígonos de bateas permanecen cerrados en las rías gallegas por la presencia de toxinas procedentes de la marea roja, que "está desapareciendo muy rápidamente" por la intensidad de los vientos, según ha indicado la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

En concreto, en la ría de Vigo continúan cerrados seis polígonos (otros siete están abiertos); en la de Pontevedra son ocho (ninguno abierto); en la de Arousa se quedan en cinco (17 están abiertos), en la de Muros hay tres cerrados y ninguno abierto y en la de Ares hay dos abiertos y ninguno cerrado.

En declaraciones a los medios tras dar cuenta de un convenio para mejorar la depuración en las empresas cocederas de mejillón, Quintana ha considerado que la situación "está evolucionando bien". El proceso se inició "de una manera muy fuerte" por las condiciones meteorológicas, pero son también estas condiciones las que ayudan ahora a que la marea roja desaparezca "muy rápidamente", gracias a los vientos del nordeste.

"En estos momentos prácticamente todas las resoluciones que se están produciendo desde el Intecmar son de apertura de los polígonos que estaban afectados", ha asegurado Quintana, que ha considerado que "ya son muy pocos los polígonos que quedan cerrados".