Si usted quiere dejar de fumar a través de la sanidad pública, debe acudir a su médico de familia, que le ofrecerá medidas de apoyo e información. Si sigue convencido de querer dejarlo, el médico le recetará los fármacos que considere más efectivos o, si su adicción es muy fuerte, le derivará a las consultas específicas para tabaquismo (hay tres en Zaragoza y una en Huesca).

En Aragón, el 30,16% de la población fuma y, de ellos, el 28,86% lo hacen a diario. Los jóvenes son el sector que más preocupa, ya que el 35,8% de los adolescentes entre 14 y 18 años fuma en la actualidad, según datos proporcionados por la DGA. Su consumo medio son 11 cigarrillos al día, pero este número se incrementa con la edad.

A partir del 1 de enero no se podrá fumar en el lugar de trabajo, ni en las zonas que no estén habilitadas para ello en restaurantes y bares. La multa para los que no cumplan esta norma será de unos 30 euros.

Gran demanda de medicamentos

Las farmacias aragonesas han atendido en los últimos meses a multitud de clientes interesados en tratamientos para dejar de fumar. «En estas fechas siempre aumenta la venta de estos fármacos, pero este año viene mucha más gente preguntando», explica el farmacéutico Luis Hernández. El tratamiento puede ser de parches, chicles o comprimidos y cuesta unos 200 euros. «El gasto en tabaco supone más de 1.000 euros anuales, así que sale rentable dejarlo», señala Hernández. Los demandantes tienen entre 22 y 45 años y viven en barrios con población joven.

La opinión de los zaragozanos

Victoria Jiménez  32 años, profesora. “La ley me parece justa. Hay que respetar el derecho del no fumador a respirar en un ambiente saludable. El gobierno debería financiar los tratamientos para dejar de fumar, con el dinero que gana con el tabaco.”

Óscar Palacio 34 años, pulidor. “Fumo un paquete y medio al día, y no veo ningún problema en la nueva ley. Es bueno para todos que nosotros fumemos menos. El gobierno no tiene que pagar los tratamientos porque fumar depende de uno mismo”.

Begoña Cisneros 34 años, educadora social. ”Soy ex fumadora desde hace año y medio y comparto la nueva ley. Simplemente están aplicando normas de convivencia. El no fumador no tiene porqué tragar el humo de nadie”.