Los juguetes de 'Toy Story 3' vuelven al cine de la mano de Pixar

  • Este miércoles se estrena la tercera parte de 'Toy Story'.
  • La productora asegura "no tener planes" para continuar la saga.
  • Las críticas internacionales aplauden el trabajo de Pixar.
En tiempos en los que a veces repasar la cartelera no resulta estimulante, la llegada de una obra de Pixar es recibida con una expectación mayúscula. Pasa siempre, pero aún más con Toy Story 3, la tercera entrega de una apasionante saga.

Toy Story 3 llega once años después de la segunda parte. Desde ese 1999, Pixar ha sido infalible: cada una de sus películas, siete, ha sido número uno en taquilla y aplaudida por la crítica. La recién llegada no es una excepción: Toy Story 3 lleva recaudados casi 500 millones de euros, y los medios son unánimes: "Lo más dulce, impactante y humano que verás en el cine este verano", afirmó The New York Times. "Un clásico instantáneo", concluye la revista Times.

El tiempo pasa

¿Y qué tiene la película para desatar tantos halagos? Para empezar, sus memorables personajes de siempre: Woody, Buzz Lightyear, el Señor y la Señora Patata y el resto de los juguetes están a punto de ser abandonados por su dueño, Andy, que se muda a la universidad. No hay muchas opciones: la basura, el trastero... o la guardería, donde acabarán con sus huesos de plástico.

Allí, en la guardería, esperan las novedades. No sólo encontrarán mocos, babas y niños violentos, sino también nuevos compañeros: un osito bonachón, una atlética mantis o, sorpresa, el galán más famoso de la industria juguetera, Ken. Pero todos tienen un lado siniestro, lo que da pie a carcajadas, acción, infinidad de reflexiones adultas y, por último, el uso del último juguete del cine, las gafas y las tres dimensiones.

<p>Toy Story 3</p>"La presión y el nivel de exigencia", explica el director Lee Unkrich (autor de otras obras maestras como Buscando a Nemo), "fueron enormes, pero creo que hemos logrado recuperar la inocencia de las partes anteriores y, al mismo tiempo, desarrollar una historia más emocional. Había que encontrar el balance entre lo serio y lo divertido, entre la acción y la exuberancia visual, con el intimismo. Espero haberlo logrado".

Casi todos los que la han visto así lo creen: muchos, incluso, se atreven a decir que es mejor que las anteriores. ¿La mala noticia? Que quizá éste sea el adiós al valle de los muñecos. "Quizá los protagonistas", afirma la productora Darla K. Anderson, "aparezcan en cortometrajes, porque sabemos que son muy queridos por el público, pero no tenemos planes de hacer una cuarta entrega. Aunque también, tras Toy Story, dijimos que en Pixar jamás haríamos secuelas...".

Por el bien del cine, y aunque sólo sea en este punto, esperemos que los genios de Pixar vuelvan a estar equivocados y continúe la aventura.

Un héroe espacial muy flamenco


Son una de las parejas más tiernas del cine: el fiel vaquero Woody y el arrogante Buzz Lightyear. Los hemos visto en situaciones de todo tipo, pero la tercera entrega de Toy Story los lleva a una nueva dimensión. El primero se convierte, más que nunca, en el líder espiritual del grupo, en quien toma las decisiones que decidirán el futuro. Buzz, por su parte, sigue a lo suyo: aquí hasta baila flamenco. Convertido en un Antonio Gades galáctico, Buzz nos deparará algunos de los momentos más divertidos de la película.
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