El investigador del Área de Energía y director del Proyecto Industrial ATON (CENIT) de la Fundación ITMA (Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias), Pascal Sánchez, señaló que a finales de este año, cuando concluya el proyecto Cetica (Ciudad Eco TecnológICA) junto a AcelorMittal y Acciona, dispondrán de una tecnología que permita abaratar los costes de la energía solar y una integración en la arquitectura más sostenible gracias a la nanotecnología.

En declaraciones a Europa Press, Sánchez explicó el objetivo, en principio, era disponer de muestras de esta tecnología, pero apuntó que para poner el proyecto en marcha y salir al mercado aún harán falta algunos años.

El sistema de introducción en el mercado del nuevo producto podría ser a través de una spin-off o, lo más probable, que si la empresa está interesada se hagan pruebas a nivel industrial, aunque la inversión suele ser grande por lo general.

Asimismo, explicó que se busca crear capas finas basadas en silicio amorfo o micracristalino para intentar innovar y dar soluciones a corto plazo a las empresas con las que colaboran.

También se quiere implantar sustratos baratos, ya sean rígidos o flexibles, y poner tecnologías ya conocidas sobre los mismos, lo que permitirá abaratar las células solares fotovoltaicas y trabajar en el desarrollo de la integración arquitectónica.

Gracias a ello, de un costo de dos euros el vatio de una célula solar de primera generación -paneles mono o policristalino—, que es la más generalizada en todo el mundo (90 por ciento de uso), se pasaría con la utilización de la capa fina a menos de un euro vatio, es decir, una reducción casi a la mitad, e incluso esta cantidad se puede rebajar más aún con el uso de los citados sustratos más baratos.

Lo más novedoso es el poder aplicar en cualquier tipo de sustrato, ya sea acero corriente, cerámica o polímero, estas células, y no poner un panel convencional, sino directamente sobre las estructuras.

El ITMA trabaja con células de una o dos micras de espesor que aunque tienen menos eficiencia, en cambio cuentan con una mayor integración arquitectónica. Se pueden colocar en tejados y fachadas, lo que supone, en el caso de las ciudades, un punto a su favor frente a las estructuras solares tradicionales.