El ministro británico de Economía, el conservador George Osborne, afirmó que la deuda pública empezará a disminuir paulatinamente gracias a las medidas que tomará el Gobierno para atajar el abultado déficit, estimado en 155.000 millones de libras (unos 176.000 millones de euros), y que han sido presentadas este martes.

El ministro anunció que a partir de enero próximo el nuevo Gobierno introducirá un nuevo impuesto a los bancos, mientras que el 4 de enero de 2011 el impuesto al valor añadido (VAT) pasará del actual 17,5% al 20%, lo que generará unos ingresos anuales de 13.000 millones de libras (14.820 millones de euros).

El ministro también anunció la congelación del subsidio a la infancia durante tres años, mientras que habrá una reestructuración de las ayudas estatales que reciben los sectores con menos recursos, lo que permitirá un ahorro de 11.000 millones de libras (unos 12.540 millones de euros) para el periodo 2014-2015.

El impuesto corporativo, que está en el 28%, será reducido el año próximo al 27% y después un uno por ciento anual durante los tres años siguiente. En opinión de Osborne, las medidas estimularán la creación de empleo y la actividad empresarial. Además, se congelará por dos años los salarios de los trabajadores públicos.

"Duro pero justo"

Al presentar el presupuesto de emergencia en el Parlamento, Osborne señaló que el déficit público bajará este año a 149.000 millones de libras (unos 169.000 millones de euros), a 116.000 millones de libras (unos 132.000 millones de euros) el año próximo y a 89.000 millones de libras (unos 101 millones de euros) en 2012.

El ministro, que calificó el presupuesto de "duro pero justo", dijo que de no tomarse medidas para reducir el gasto público la credibilidad del país en los mercados internacionales se verá afectada, con "catastróficas" consecuencias. También pronosticó que el crecimiento económico se situará este año en el 1,2%, para subir al 2,7% en 2015.

Así, el titular del Exchequer (como se conoce al ministro) estimó que el crecimiento económico pasará al 1,3% en 2011, al 2,8% en 2012 y al 2,9% en 2013. En cuanto a la inflación -que actualmente se sitúa en el 3,4%- se situará a finales de año en el 2,7%, mientras que la tasa de desempleo -que está en 7,9%- se situará 8,1% a finales de año, pero bajará al 6,1% en 2015.