En declaraciones a Europa Press, la secretaria provincial de Comisiones Obreras, Mª Luz Benedicto, señaló que, tras analizar el documento sobre la reforma laboral, "acabamos apreciando que se abre la puerta a un despido más fácil y, sobre todo, más barato".

Según expuso, éste sí es el momento de convocar esta protesta porque "hay encima de la mesa una reforma laboral" que, a su juicio, "perjudica los derechos de los trabajadores". De esta forma, la huelga debe servir para "exigir la retirada de esas medidas".

Benedicto indicó que hasta ahora no se había dado este paso porque "el Gobierno tenía otra manera de gestionar esta crisis y no había tomado medidas que perjudicaran a los trabajadores, ni a los desempleados, ni a los pensionistas".

Por otro lado, Benedicto consideró que la huelga general es un instrumento que "no es deseable, es el último cartucho", pero puntualizó que "ha llegado el momento de decir al Gobierno y a las instituciones que apuestan por una salida de la crisis más escorada hacia los capitales, que los trabajadores no tenemos que pagar el precio de esta crisis". "Con 4,5 millones de parados, creo que estamos pagando un precio muy alto", aseveró.

Respecto a un posible desencanto de la sociedad hacia los sindicatos, la secretaria general de CC.OO. en Teruel confió en que la respuesta de los ciudadanos de cara a la huelga general sea "masiva". "De momento, indicó, nos vienen momentos de mucha explicación, de estar en los centros de trabajo" para que los trabajadores "sepan qué conlleva la reforma laboral y qué supone para los trabajadores, que no es nada bueno ni nada positivo".

Por su parte, la secretaria provincial de UGT en Teruel, Fina Lanzuela, afirmó que "lamentablemente" la huelga general "es necesaria" porque "hemos agotado la negociación" y, sobre todo, porque la reforma laboral "no va a servir para crear empleo, ni es un documento equilibrado, sino que sólo intenta reducir gastos".

Lanzuela explicó que los sindicatos esperarán a que pase el verano para llevar a cabo la huelga porque "no se convoca en 15 días", sino que "hay que informar a los trabajadores, que son los que más pierden con una huelga general". Según expuso, los trabajadores deben conocer "las lesiones que sufrirán sus derechos con este documento, y eso hay que explicarlo".

Lanzuela añadió que los empresarios "están en una posición más cómoda". A su juicio, "es más cómodo que el Gobierno decrete y luego ellos puedan asumirlo o no". A la sindicalista le da "mucho miedo" esa actitud porque "van a tener la excusa de que si el Gobierno no ha cumplido los acuerdos que firmó con los trabajadores públicos, puedan considerar que tienen carta blanca", y eso "perjudicará a la negociación colectiva".