En declaraciones a los medios en las Cortes, Molina consideró esto "algo que no tiene parangón", y rechazó que el también vicepresidente segundo de la Mesa "haya tenido ese comportamiento tan deleznable", justificando lo ocurrido en "la estrategia de la crispación auspiciada por Cospedal" que en esta ocasión "se le ha ido de las manos".

"Las personas que la tenían que interpretar posiblemente hayan hecho una interpretación claramente desmedida de esta estrategia" de tal forma que se ha asistido a un "espectáculo" que no se ha visto "en ningún parlamento del país". "Hoy han pasado una raya y ese insulto directo es una falta de respeto a quien representa a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha", advirtió el parlamentario del PSOE.

Por su parte, la secretaria primera de la Mesa de las Cortes, Matilde Valentín, también en declaraciones a los medios en el Parlamento, rechazó la "actitud agresiva" del vicepresidente segundo de la Mesa, considerando "intolerable que cualquier diputado pueda tener una conducta similar a la que ha demostrado hoy el señor Tirado", más si cabe cuando es vicepresidente segundo de la Mesa.

Valentín, que destacó que lo de hoy "no es nuevo ni ha sido la primera vez" que ocurre, pues "en reiteradas ocasiones el presidente ha tenido que llamar al orden a Tirado en circunstancias similares, por tener un comportamiento poco adecuado", señaló, matizando que ella ha sido "testigo" de ello "en primera persona".

En cuanto a lo ocurrido hoy, la diputada socialista declaró haber escuchado "a Tirado decir sinvergüenza, cobarde y que no tiene categoría" al presidente de las Cortes. Algo que, a su juicio, "es tan intolerable que hago un llamamiento a que esta estrategia de ir provocando permanentemente el normal funcionamiento de las instituciones democráticas y de las Cortes" se deje en aras del "sosiego, la tranquilidad y que se recobre el sentido común", que los 'populares' "han perdido hoy".

"Aquí estamos para debatir, para discrepar y para mantener una actitud de ejemplo para cualquier ciudadano", por lo que "menos histeria y más tranquilidad, menos nerviosismo y más sosiego", pues según Valentín se llegó a levantar de su asiento para mediar entre Pardo y Tirado "porque he tenido miedo de que —este último— pudiera provocarle alguna agresión" al presidente del Parlamento.