Agentes de la Ertzaintza detuvieron este martes a un hombre de 47 años acusado de haber mantenido encerrada durante ocho meses en una vivienda del municipio vizcaíno de Barakaldo a una mujer de origen norteafricano, de quien abusó sexualmente y agredió en numerosas ocasiones durante todo ese tiempo.

Según ha informado el departamento vasco de Interior, el hijo del detenido, menor de edad, y un amigo de 59 años han sido imputados por tener conocimiento de los hechos y no hacer nada para evitarlos.

La denuncia recoge que la víctima, una joven de origen norteafricano, había sido contratada supuestamente por su secuestrador para realizar las labores domésticas en una casa de Barakaldo hace ocho meses y que el acuerdo se había realizado a través de una empresa de servicios de Valencia, donde la mujer residía entonces.

Contratada para trabajo doméstico

La mujer ha expuesto que desde su llegada a la vivienda de Barakaldo, ha permanecido estos meses realizando el trabajo doméstico sin recibir un salario y manteniendo relaciones sexuales contra su voluntad.

Además, ha denunciado haber sido víctima de vejaciones, insultos y agresiones físicas, fruto de las cuales ha perdido diez kilos de peso.

Asimismo, la joven ha detallado que permanecía encerrada bajo llave cuando se quedaba sola y únicamente podía salir una o dos horas cada semana o quincena para comunicarse con su familia, a la que ocasionalmente podía enviar pequeñas cantidades de dinero.

La Ertzaintza acudió a la vivienda

Esas salidas las realizaba siempre acompañada de su secuestrador o de personas de confianza de éste, como un amigo y su hijo, que vivía en el domicilio. Precisamente, en una de esas salidas la mujer pudo pedir auxilio a través del teléfono de emergencias 112 de SOS Deiak y la Ertzaintza acudió a la vivienda.

Tras comprobar los hechos, los agentes arrestaron al presunto autor del secuestro y las agresiones, un hombre de 47 años a quién se le acusa de detención ilegal, abusos sexuales, faltas de vejaciones y lesiones.

La víctima, por su parte, fue trasladada a un centro médico para pasar un reconocimiento y ha quedado en manos del Área de Igualdad del Ayuntamiento de Barakaldo.