Más de 14.500 alumnos podrán participar en la oferta formativa que ha diseñado la Consejería de Educación, Formación y Empleo dirigida prioritariamente a desempleados al objeto de reforzar la inserción laboral de este colectivo, y en la que ha invertido más de 25 millones de euros. De este modo, la oferta abarca un millar de cursos.

Al respecto, el titular de este departamento, Constantino Sotoca, recordó, durante la presentación de esta iniciativa, que "en momentos de crisis, hay que apostar por la formación y la cualificación de los desempleados para responder a los cambios económicos y sociales que se están produciendo en el entorno, y especialmente en el mercado de trabajo".

En este sentido, se refirió a la oferta formativa como "una oferta amplia, ajustada a las necesidades del mercado de trabajo actual y capaz de reforzar las posibilidades de inserción de los desempleados en la Región".

Ejemplo de ello es el hecho de que la Consejería ha mantenido los programas formativos dirigidos a los colectivos con especiales dificultades de inserción como personas con discapacidad, trabajadores inmigrantes o colectivos en riesgos de exclusión social, a los que destinarán más de 700.000 euros.

Asimismo, explicó que el grueso de las acciones va dirigido al conjunto de los desempleados, puesto que "la crisis económica no ha hecho distinciones y todos los colectivos se han visto afectados en mayor o menor medida".

Cursos al detalle

De ahí, que la oferta incluye más de 200 acciones formativas de carácter transversal, fundamentalmente en idiomas, informática y administración, que "facilitarán y reforzarán en los desempleados habilidades que son necesarias para incorporarse al mercado de trabajo".

Por sectores, se han programado 190 cursos relacionados con el sector del Comercio, 150 cursos en el Metal y Transporte, unas 70 acciones formativas relacionadas con la atención a la dependencia y la Sanidad, 40 en Agricultura y 40 en Hostelería.

En cuanto al sector de la Construcción, Sotoca explicó que, a pesar de ser uno de los sectores más afectados por la crisis, "sigue habiendo posibilidades de empleo que requieren de cualificación, aunque están más enfocadas a la rehabilitación y remodelación de obras".

Por eso, en la programación de este año, que cuenta con unas 50 acciones de formación, "se han reducido los cursos relacionados con las especialidades como encofrador, ferrallista o albañil, en provecho de otras como pintor, solador-alicatador, electricista industrial o reparación y mantenimiento de edificios".

Nuevos sectores emergentes

Como novedad, se han incluido en la oferta formativa de este año dos nuevos sectores; el Audiovisual y el Marítimo-Pesquero, que "van a dar respuesta a las demandas planteadas en la Región", y para los que se han programado un total de 23 cursos en los que podrán participar 400 desempleados.

En cuanto al sector Marítimo-Pesquero, Sotoca subrayó que durante este año entran en vigor distintas normativas de la Marina Mercante, que impedirán embarcar a trabajadores que no cuenten con una formación básica de seguridad marítima.

Asimismo, destacó la apuesta de la Consejería por el sector Industrial y los nuevos yacimientos de empleo como generadores de nuevos puestos de trabajo, para lo que citó el Plan de Formación de Navantia, en el que invertirán este año 650.000 euros para ofrecer 18 nuevas acciones formativas relacionadas con la fabricación y montaje de tubería industrial, soldador naval, ajustador montador, o armador y que beneficiarán a un total de 300 trabajadores desempleados.

Otra de las apuestas de la Consejería está relacionada con el sector Químico que, a través del Centro Nacional de Formación Profesional Ocupacional de Cartagena, ofrecerá unos 30 cursos de formación especializada en esta Familia Profesional, con una inversión que supera los 760.000 euros y que permitirá formar a más de 400 alumnos.

En esta misma línea, Sotoca afirmó que este año se "ha hecho un esfuerzo muy importante para que la oferta formativa lleve asociada prácticas profesionales no laborales que faciliten la inserción laboral de los alumnos que realizan estos cursos".

En este sentido, aseguró que el 12 por ciento de los alumnos que participen en los cursos, unos 1.800 desempleados, "tendrán la oportunidad de realizar prácticas profesionales no laborales en diferentes empresas de la Región".

Además, los alumnos contarán con diferentes medidas de apoyo a la formación, como becas de asistencia, transporte o manutención en las que han invertido más de dos millones de euros.

En concreto, en el caso de trabajadores desempleados con especiales dificultades de inserción, la Consejería subvencionará la asistencia a los cursos con nueve euros diarios.

Otra de las novedades importantes de este año, señaló Sotoca, es "la inversión de más de 250.000 euros para contratar a intérpretes en lengua de signos, que permita a las personas con discapacidad auditiva acceder a cualquier curso de formación programado y seguir la acción formativa con total normalidad".