Estas exploraciones han permitido detectar 600 procesos de cáncer en dicho periodo, la mayoría en fase inicial, lo que se considera "uno de los grandes logros" de esta iniciativa sanitaria dado que se ha podido incrementar el tratamiento quirúrgico conservador y reducir la mortalidad.

Así, del total de exploraciones realizadas en estos tres años, 60.503 se realizaron a mujeres durante 2007, 61.086 a mujeres en 2008, y 60.005 en 2009. En 2009, 1606 mujeres fueron derivadas tras las pruebas a centros hospitalarios de referencia para continuar el estudio, y se detectaron 242 cánceres.

En el proceso de mantenimiento y potenciación del Programa de Diagnóstico Precoz de Cáncer de Mama, la Consejería de Sanidad ha digitalizado las imágenes de los estudios radiológicos, lo que permite acceder a ellas desde la Historia Clínica en Primaria y Especializada. Este Programa dispone de siete unidades fijas y una unidad móvil, que se traslada a lo largo de la Comunidad Autónoma.

La población de referencia de la Unidad Juan XXIII, en Gran Canaria, es de 53.817 mujeres, aunque es referente de toda la provincia de Las Palmas al ser en esta Unidad donde se realiza la lectura de todas las mamografías practicadas a las 96.852 mujeres que se citan cada dos años.

La Unidad de Ofra y la Unidad de La Laguna San Benito, en Tenerife, tienen una población de referencia de 34.741 y 34.778 mujeres, respectivamente. La Unidad Móvil, por su parte, se traslada a lo largo de la Comunidad Autónoma para llegar a aquellas zonas de difícil acceso, con el objetivo de acercar el servicio a la población, promoviendo la detección precoz, acción que ayuda a reducir la mortalidad del cáncer de mama.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte tumoral en la mujer, han recordado desde la Consejería. Su pronóstico depende principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección, por lo que realizar un diagnóstico precoz es una de las vías para mejorar las posibilidades de curación. Numerosos estudios confirman la posibilidad de reducir la mortalidad por cáncer de mama en las mujeres sometidas a detección precoz, en aproximadamente un 30 por ciento respecto a las no estudiadas.