Los hondureños lo saben bien, porque son unos de los principales damnificados de uno de estos fenómenos, bautizado ahora con letras del alfabeto griego. A su paso por el país centroamericano, la tormenta Gamma, la número 24 de este año en el Atlántico, ha dejado una estela de al menos 11 muertos y graves inundaciones. Tras rebajar ayer su fuerza y convertirse en depresión tropical, Gamma abandonaba Honduras y se alejaba sin rumbo definido de sus costas norteñas a través del Caribe. Nombres como Rita, Katrina, Stan o Wilma precedieron a Gamma en una de las temporadas de huracanes más activas que se recuerdan.