La crisis económica impulsa la fuga de cerebros españoles al extranjero

  • La situación económica española empuja a jóvenes profesionales cualificados a buscar una oportunidad laboral en el extranjero.
  • Otros emigraron en años anteriores a la crisis y ahora encuentran dificultades para regresar a España por el precario panorama laboral.
  • El Gobierno intenta paliar esta 'fuga de cerebros' con la aprobación del proyecto de ley de ciencia, la tecnología y la innovación.
Santiago Fernández, experto en biotecnología e investigador asociado en la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Santiago Fernández, experto en biotecnología e investigador asociado en la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
S. F.
Santiago Fernández, experto en biotecnología e investigador asociado en la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.

De la crisis se sale por tierra, mar y aire. Cada vez son más los españoles que, ante el precario panorama laboral que vive el país, deciden seguir el consejo del Nobel de Economía 2008, Paul Krugman: "España tiene un 18% de desempleo y necesita que los trabajadores se trasladen a otras partes de Europa". Con el objetivo de retener el talento de los investigadores, el Gobierno ha aprobado este viernes el proyecto de ley de ciencia, la tecnología y la innovación, una norma que pretende consolidar a España entre los países con mayor producción científica del mundo.

Y es que actualmente sólo un 20% de los españoles renunciaría a una oportunidad laboral en el extranjero, según indica el Estudio anual de satisfacción laboral y calidad de vida 2009 Catenon, empresa especializada en la búsqueda global de profesionales. Una tendencia que alcanza sus máximas cotas entre jóvenes altamente cualificados, disparando el número de 'cerebros' fugados del país y de aquellos otros que, ya en el extranjero, han decidido posponer su regreso a España a la espera de mejores oportunidades laborales.

"No hay ningún dato objetivo que permita cuantificar el número de expatriados, porque es una cifra que no interesa a ningún organismo, pero en nuestra organización hemos percibido un aumento cuantitativo y cualitativo", explica Salomón Aguado, de la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios. "Irse al extranjero supone para muchos la única y exclusiva posibilidad de dedicarse a su carrera", sentencia.

Quienes se deciden a dar el salto al extranjero con frecuencia suelen hacerlo avalados por becas, que les proporcionan un apoyo económico a la espera de encontrar un trabajo cualificado en el país de acogida.

Es el caso de Pedro Manuel Martínez, ingeniero informático por la Universidad de Sevilla y estudiante de un máster en Bioinformática en la Universidad de Copenhague gracias a una beca Talentia. "Mi intención es adquirir una formación con la que poder acceder al sistema laboral español con ciertas garantías, aunque no descartaría continuar uno o dos años más en el extranjero si la situación en España no mejora", asegura Pedro a 20minutos.es.

Otros incluso abandonan el país antes de concluir sus estudios universitarios, como Álvaro Fernández, estudiante de Arquitectura técnica en la Universidad Politécnica de Madrid, que tras desarrollar un proyecto para una empresa española en Omán, se ha trasladado a Turquía, donde su empresa va a presentarse a concursos de obra pública."Tal como está el mercado de trabajo en España, me he propuesto aprovechar las oportunidades que salgan de trabajar en el extranjero. Mi idea es volver pero todo depende de las opciones de trabajo en España", explica Álvaro.

La ciencia es uno de los sectores más castigados por la crisis, con la reducción del 15% de los presupuestos generales del Estado. "Es lamentable que los avances logrados en ciencia e investigación en España en los últimos cinco años se hayan visto frustrados por los presupuestos de este año para investigación", denuncia Santiago Fernández, experto en biotecnología e investigador asociado en la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en EE UU.

"Los presupuestos siguen sin reflejar el supuesto compromiso por el cambio de modelo económico a uno basado en la creación del conocimiento", coincide a su vez Asier Jayo. Este doctor en Ciencias Biológicas dejó España poco después de concluir el doctorado, en septiembre de 2008, para incorporarse como investigador en el King’s College de Londres. Jayo critica el escaso apoyo económico que en nuestro país se da a la ciencia, una situación que se ha agravado especialmente con la crisis. "El recorte de fondos implica proyectos denegados o con menor financiación e inevitablemente reducción de puestos de trabajo. Así, será difícil que el panorama resulte atractivo para el retorno de los investigadores que se encuentren en el extranjero", asegura.

"Cuando los investigadores formados en (y por) el Estado durante su etapa predoctoral, con una experiencia postdoctoral en el extranjero se plantean el retorno a España, se encuentran con programas de incorporación insuficientes, instituciones vetustas e inestabilidad laboral. El sistema que los ha formado no es capaz de absorberlos en su etapa más productiva, y en muchos casos esto lleva al no-retorno -‘fuga de cerebros’-, o el abandono de la carrera investigadora", denuncia Jayo.

El escaso reconocimiento salarial es uno de los aspectos más reivindicados por la comunidad científica. Y es que un investigador español puede llegar a cobrar una media de 2.300 euros al mes en un programa postdoctoral en EE UU, mientras que a su regreso a España, con un contrato Ramón y Cajal -"lo máximo a lo que puede aspirar un investigador", según Precarios- su nómina apenas superará los 1.600 euros mensuales.

También en este grupo de ‘fugados’ se integra Daniel Lucas, experto en células madre hematopoyéticas en el hospital Monte Sinaí de Nueva York. Como muchos otros de sus colegas, Lucas decidió hace unos años desarrollar parte de su investigación en el extranjero como forma de "avanzar en la carrera científica". Ahora Daniel se plantea el regreso a España, pero no quiere volver con un peor sueldo y un contrato temporal. "La crisis me afecta, y mucho, a la hora de regresar a España", concluye.

oles que ‘se fugan’ del país

 

De la crisis se sale por tierra, mar y aire. Cada vez son más los españoles que, ante el desolador panorama laboral que vive el país, deciden seguir el consejo que daba recientemente el Nobel de Economía 2008, Paul Krugman: “España tiene un 18% de desempleo y necesita que los trabajadores se trasladen a otras partes de Europa”.

 

, el verdadero problema de España estriba en una acusada falta de movilidad interna y externa, - a diferencia de lo que ocurre en EEUU -, que impide los necesarios ajustes.


Y es que actualmente sólo un 20% de los españoles renunciaría a una oportunidad laboral en el extranjero, según indica el Estudio anual de satisfacción laboral y calidad de vida 2009 Catenon, empresa especializada en la búsqueda global de profesionales.

http://www.catenon.com/WFU/customer/1244011921135/Estudio%20Anual%20Catenon%20de%20Satisfaccion%20Laboral%20y%20Calidad%20de%20Vida%202009.pdf

 

Una tendencia que alcanza sus máximas cotas entre jóvenes altamente cualificados, disparando el número de ‘cerebros’ fugados del país y de aquellos otros que, ya en el extranjero, han decidido posponer su regreso a España a la espera de mejores oportunidades laborales.

 

Quienes se deciden a dar el salto al extranjero con frecuencia suelen hacerlo avalados por becas, que les proporcionan un apoyo económico a la espera de encontrar un trabajo cualificado en el país de acogida. Es el caso de Pedro Manuel Martínez, Ingeniero Informático por la Universidad de Sevilla y estudiante de un máster en Bioinformática en la Universidad de Copenhague gracias a una beca Talentia. “Mi intención es adquirir una formación con la que poder acceder al sistema laboral español con ciertas garantías, aunque no descartaría continuar uno o dos años más en el extranjero si la situación en España no mejora,” asegura Pedro a 20minutos.es.

 

Otros incluso abandonan el país antes de concluir sus estudios universitarios, como Álvaro Fernández, estudiante de Arquitectura técnica en la Politécnica de Madrid, que tras desarrollar un proyecto para una empresa española en Omán, se ha trasladado a Turquía, donde su empresa va a presentarse a concursos de obra pública.“Tal como está el mercado de trabajo en España, y la edad que tengo, me he propuesto aprovechar las oportunidades que salgan de trabajar en el extranjero. Mi idea es volver pero todo depende de las opciones de trabajo en España”, explica Álvaro.

 

La ciencia es uno de los sectores más castigados por la crisis, con la reducción del 15% de los presupuestos generales del Estado. “Es lamentable que los avances logrados en ciencia e investigación en España en los últimos cinco años gracias al programa de investigación y desarrollo llevado a cabo por el Gobierno se hayan visto frustrados por los presupuestos de este año para investigación”, denuncia Santiago Fernández, investigador asociado en la facultad de Medicina de Harvard y experto en biotecnología.

 

Los presupuestos siguen sin reflejar “el supuesto compromiso por el cambio de modelo económico a uno basado en la creación del conocimiento”, coincide a su vez Asier Jayo.

http://www.20minutos.es/noticia/529915/0/

 

http://www.kcl.ac.uk/schools/biohealth/research/randall/res-sections/motility/parsons/res-interests.html

 

Este doctor en Ciencias Biológicas dejó España poco después de concluir el doctorado, en septiembre de 2008, para incorporarse como investigador en el King’s College de Londres. Jayo critica el escaso apoyo económico a la ciencia, una situación que se agrava especialmente con la crisis. “El recorte de fondos implica proyectos denegados o con menor financiación e inevitablemente reducción de puestos de trabajo. Así, será difícil que el panorama resulte atractivo para el retorno de los investigadores que se encuentren en el extranjero”, asegura.

 

“Cuando los investigadores formados en (y por) el Estado durante su etapa predoctoral, con una experiencia postdoctoral en el extranjero se plantean el retorno a España, se encuentran con programas de incorporación insuficientes, instituciones vetustas e inestabilidad laboral. El sistema que los ha formado no es capaz de absorberlos en su etapa más productiva, y en muchos casos esto lleva al no-retorno -‘fuga de cerebros’-, o el abandono de la carrera investigadora”.

 

También en este grupo de ‘fugados’ se integra Daniel Lucas, experto en células madre hematopoyéticas en el hospital Monte Sinaí de Nueva York. Como muchos otros de sus colegas, Lucas decidió hace unos años desarrollar parte de su investigación en el extranjero como forma de “avanzar en la carrera científica”. Ahora Daniel se plantea el regreso a España, pero no quiere volver con un peor sueldo y un contrato temporal. “La crisis me afecta, y mucho, a la hora de regresar a España”, concluye.

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