El Gobierno venezolano ha solicitado a Interpol Madrid que envíe a Venezuela los antecedentes penales y los procedimientos que haya respecto al presunto etarra Arturo Cubillas, contra el que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco dictó una orden de detención internacional.

Así lo anunció este jueves a la prensa el ministro de Interior venezolano, Tarek Al Assaimi, quien confirmó que se ha notificado a las autoridades venezolanas la solicitud cursada por el juez Velasco a través de Interpol.

Cubillas ocupó un cargo en el Gobierno de Hugo Chávez y, según el juez Velasco, el presunto etarra ha sido "responsable del colectivo de ETA en esa zona de América desde 1999, encargándose de coordinar las relaciones con las FARC".

Velasco dictó una orden de detención internacional contra varios miembros de ETA y de las FARC, procesados hace dos semanas por colaborar para atentar contra altos cargos colombianos tras apuntar indicios de cooperación entre el Gobierno de Venezuela y los dos grupos terroristas.

Voluntad de cooperar

El Aissami señaló que Venezuela tiene la voluntad de cooperar con la Justicia española pero advirtió que Cubillas es ciudadano venezolano "que tiene derechos" y "aquí hay una Constitución y unas leyes que se deben respetar".

"Vamos a actuar con total transparencia, pero se trata de un ciudadano venezolano que tiene derechos", señaló el ministro, en declaraciones a la prensa durante un acto en el que se procedió a repatriar a su país a 18 ciudadanos españoles que cumplían condenas por tráfico de droga.

Recordó que Cubillas llegó a Venezuela hace 21 años, como resultado de un acuerdo entre los gobiernos de Madrid y Caracas, y que estando aquí se casó con una venezolana, tuvo hijos y adoptó la nacionalidad de este país tras haber cumplido "con los requisitos constitucionales".

Sin antecedentes penales

Afirmó que cuando pidió la nacionalidad venezolana, Cubillas "no tenía antecedentes penales ni policiales ni estaba siendo requerido por ninguna autoridad policial en ninguna parte del mundo".

El Aissami enmarcó la polémica por este caso en la "permanente campaña de agresión y desprestigio mediáticos" desplegada, afirmó, por un sector de la prensa y la derecha españolas contra el presidente venezolano, Hugo Chávez. "Nos odian como venezolanos y como sudamericanos", dijo el ministro al referirse a la supuesta campaña.

"Nos atacan sobre la base de puras mentiras y manipulaciones mediáticas con las que quieren vincular a nuestro Gobierno con ETA y las FARC", aseguró el titular del Interior, que añadió que "no se puede sostener esa mentira" y destacó que Venezuela tiene un historial de colaboración judicial con numerosos países del mundo. También dijo, en referencia a España, que existe "una voluntad inquebrantable para fortalecer la cooperación en esta materia".