Los vecinos del PAU de Vallecas necesitan un autobús para ir al médico. Ahora se ven obligados a ir en coche o a pie. El autobús de Montecarmelo sólo llega a plaza de Castilla y los residentes de este barrio hacen infinitos transbordos para llegar al centro. En Carabanchel Alto deben andar más de media hora para encontrar una marquesina.

Una decena de barrios necesitan "urgentemente" nuevas líneas de autobús o cambios en las existentes. Pero los más de 500.000 vecinos que viven allí tendrán que esperar a tiempos mejores: el Ayuntamiento de Madrid no tiene dinero suficiente para ampliar la red más de lo previsto.

Las asociaciones vecinales de la periferia han presentado al Consorcio de Transportes sus propuestas para llevar el autobús a puntos estratégicos. "Nuestros barrios están mal comunicados. Hacen falta buses para ir a colegios, centros de salud, hospitales, juntas municipales y lugares de trabajo", explica M.ª Carmen Lostal, portavoz de Movilidad de la Federación de Vecinos (Fravm). "Los PAU se sienten aislados del centro, y muchos distritos tienen buena conexión con el exterior, pero no con sus barrios vecinos", dice.

Es el caso de Sanchinarro (Hortaleza), donde piden ampliar las líneas 29 y 150 hasta su barrio. Los vecinos de Butarque (Villaverde) solicitan una circular que les conecte con el resto del distrito, donde están los ambulatorios, los colegios y las bocas del metro.

Aislados del exterior

Los residentes de Vallecas quieren nuevos itinerarios y más frecuencia en una docena de líneas, sobre todo en la H1, que lleva al hospital Infanta Leonor pero no entra en el barrio. En Carabanchel Alto lamentan que la línea del 12 de Octubre "pasa de refilón" y proponen además que les conecten con Colonia Jardín para acceder a la L10 del metro.

El Consorcio "se reúne frecuentemente con los vecinos y estudia sus propuestas, que son muchas", explican fuentes del organismo. Sin embargo, la crisis será un obstáculo: "Los criterios para ampliar líneas son dos: utilidad pública y presupuesto", añaden dichas fuentes. En cuanto a la utilidad, no hay inconveniente, ya que el Consorcio cree que, efectivamente, las peticiones están "justificadas".

El problema viene en la parte económica: "Nos dicen que no hay dinero. Si ponen nuevas líneas habría que meter más buses y conductores. Las harán cuando haya más presupuesto", explica Alberto Navazo, presidente de los vecinos de Montecarmelo. El resto de barrios reciben los mismos argumentos en sus reuniones con el Consorcio.

El Ayuntamiento (que pone el dinero a través de la EMT) sólo ha presupuestado la instalación de siete nuevas líneas en 2010, la menor ampliación de la red de los últimos años. El área de Movilidad no aclara por dónde pasarán esos trazados, aunque fuentes sindicales de la EMT apuntan que serán líneas exprés (buses lanzadera de la periferia al centro) y transversales (que unen distritos sin atravesar el centro). Además, la plantilla sólo crecerá en 10 conductores durante este año.

Cámaras y cochera en Sanchinarro

Pese a la escasez de dinero, la EMT no se estancará del todo durante 2010. El Ayuntamiento invertirá 97,9 millones de euros en su red de autobuses urbanos (otros 441 millones irán a parar a gastos de plantilla, carburante y conservación).

La mayor inversión será para la compra de 170 autobuses ecológicos y la construcción de nuevas cocheras en Sanchinarro. Además, durante 2010 se instalarán 9.000 cámaras de videovigilancia en los autobuses y se ampliará el proyecto e-Bus, con información en tiempo real sobre el servicio de autobús.