Las pirámides de Egipto fueron levantadas por hombres libres y no por esclavos

  • Nuevas tumbas halladas en la necrópolis de Giza revelan que fueron construidas por trabajadores contratados por un salario.
  • Encuentran esqueletos perfectamente conservados.
  • Fueron enterrados al lado de la pirámide del rey.
Huesos humanos en una tumba hallada junto a la pirámide de Jufu.
Huesos humanos en una tumba hallada junto a la pirámide de Jufu.
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Huesos humanos en una tumba hallada junto a la pirámide de Jufu.

Los látigos no azotaron las espaldas de los pobres esclavos que construyeron las faraónicas pirámides de Egipto. Y no lo hicieron porque nunca hubo esclavos levantándolas, sino hombres libres. Arqueólogos egipcios han hallado un grupo de tumbas junto a las pirámides que dan peso a esta teoría.

Las tumbas, de 2,74 metros de profundidad, alojaban 12 esqueletos perfectamente conservados. Los huesos fueron encontrados en posición fetal, con la cabeza hacia el oeste y los pies hacia el este, según las antiguas creencias egipcias. En las fosas también había vasijas que alguna vez tuvieron cerveza y pan.

El descubrimiento, según el ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, "es uno de los más significativos del último siglo" y da un giro total a las investigaciones realizadas hasta la fecha. "Las tumbas fueron construidas al lado de la pirámide del rey, lo que indica que esta gente no era, de ninguna manera, esclava. No los habrían enterrado de una forma tan honorable si se tratara de esclavos", explicó Zahi Hawass, el jefe de la excavación.

En la necrópolis de Giza

Las fosas pertenecen a los trabajadores que construyeron las pirámides de Jufu y Jafra, en la necrópolis de Giza. Su edificación se remonta al reinado del faraón Keops (entre los años 2609 y 2584 antes de Cristo), el segundo faraón de la IV dinastía. La de Jufu, más conocida como la Gran Pirámide de Giza, es la más antigua de todas y la única de las siete maravillas del mundo que aún perdura.

Estos obreros recibían un salario por su trabajo, según Hawass, otra evidencia más que demuestra que no eran esclavos, "además, se han encontrado en las paredes rayados hechos por estos trabajadores, que se hacían llamar los amigos de Jufu".

La mayoría provenían de familias pobres del norte y del sur de Egipto y eran respetados por su trabajo, tanto que quienes morían en la construcción tenían el honor de ser enterrados en estas tumbas, cerca de las pirámides sagradas de sus reyes. Eran empleados por periodos de tres meses.

Trabajo muy duro

Aun así, su trabajo era duro, muy duro. Sus esqueletos tienen signos de artritis y sus vértebras bajas señalan una vida llena de dificultades. No es de extrañar. Sólo en la pirámide de Jufu se utilizaron 2,3 millones de bloques de piedra, cuyo peso medio es de dos toneladas y media.

En cuanto al número de obreros que formaron parte de esta faraónica construcción, los arqueólogos hablan de 10.000, una décima parte de los 100.000 trabajadores que describió el historiador griego Herodoto después de visitar Egipto en el año 450 a. C. Con este hallazgo, una cosa está clara, Hollywood tendrá que cambiar  los guiones que escriba a partir de ahora.

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