El 93,4% de las 2.866 abortos realizados en Euskadi en 2008 se realizaron en centros privados. No es que las mujeres prefieran las clínicas de pago. El motivo de este desequilibrio es que hoy día Osakidetza sólo realiza abortos cuando la salud del feto o de la mujer está en riesgo o cuando ha habido una violación. No los practica si es una decisión independiente de la madre.

Recapitulando: actualmente la ley sólo permite abortar bajo tres supuestos: el primero es que el feto vaya a nacer con malformaciones congénitas. El segundo es que la mujer haya sido violada. El tercero es que el niño vaya a causar graves problemas físicos o psicológicos a la madre.

¿Qué ocurre en la vida real? Cuando una mujer tiene un embarazo no deseado y quiere abortar aduce que ese bebé le va a provocar graves problemas psicológicos. O sea, se acoge al tercer supuesto. Para eso es necesario que un psiquiatra certifique este daño psicológico. La clave del asunto es que Osakidetza se niega oficiosamente a hacer abortos por este motivo. De hecho, el 95% de los abortos en la red pública son por malformación del feto (primer supuesto).

Por eso el 93% de las vascas que abortan van a centros privados. Allí todo está protocolizado. La mujer llega, rápidamente el psiquiatra le da el plácet sin hacer demasiadas preguntas, y la mujer aborta en dos semanas como máximo. Cuesta de 350 a 450 €.

Así lo explica Ana Fernández, directora del módulo psicosocial Auzolan, en Bilbao. «Las mujeres ya saben que en Osakidetza es imposible, y ni lo intentan», aclara. De hecho, en los centros de planificación familiar se aconseja ir directamente a centros privados.

El Parlamento vasco dio este martes al Departamento de Sanidad un plazo de seis meses para que averigüe porqué prácticamente todas las mujeres que abortan van a centros privados. Pero en realidad, como se ha explicado, esta respuesta ya es conocida por las mujeres, las clínicas y los servicios sociales.

Todo este cambalache terminará si finalmente se aprueba la Ley del Aborto en España. Ésta dará libertad a la mujer para abortar libremente.