Equidad y solidaridad fiscal. Dos conceptos que están en boca de nuestros políticos para justificar las últimas subidas salariales. Solidaridad en tiempos de crisis: es lo que ha argumentado el Gobierno tras anunciar que sube el IVA y reduce la deducción de 400 euros a las rentas medias.

Y de equidad y justicia fiscal habló el Congreso tras cambiar la Ley Beckham, que obligará a los trabajadores extranjeros con rentas superiores a 600.000 euros anuales a tributar al 43% como el resto de españoles, y no al 24%, como sucede ahora. El líder del PP, Mariano Rajoy, se opuso este lunes a esta modificación, ya que "hay que atraer talento" al fútbol y a otros campos sociales de mayor "trascendencia".

Sin embargo, los políticos no predican con el ejemplo y disfrutan de unos privilegios fiscales que han sido legitimados por ellos mismos. Ventajas que les permiten que parte de su sueldo no tribute.

El artículo 17.2 de la Ley del IRPF deja exentas de tributación las remuneraciones que las instituciones públicas asignen para gastos de viaje, alojamiento y manutención. Y el artículo 16 deja al arbitrio de estas instituciones fijar qué parte de los salarios públicos son dietas y no pagan al fisco. De esta exención pueden disfrutar alcaldes, concejales, parlamentarios autonómicos, senadores, diputados...

En el caso de senadores y diputados, por ejemplo, entre el 21 y el 36% de su salario no tributa a Hacienda. Los dos cargos ganan 43.771 euros anuales de salario base por el pagan a Hacienda el 18%. Luego perciben entre 12.187 y 25.534 euros en dietas, en función de que su circunscripción sea Madrid u otra provincia.

Estas cantidades, cuyos gastos además no han de justificar, suponen el 21% y el 36% de su sueldo final. Si las dietas sí tributaran y se unieran al salario base, el tipo impositivo se elevaría al 21 y al 23% respectivamente.

Catalanes y gallegos

El mismo privilegio se extiende entre los diputados autonómicos. Los catalanes tienen un sueldo de 43.698 euros anuales, pero en dietas pueden cobrar entre 21.000 y 30.000 euros más, por lo que dejan de tributar entre un 32 y un 40% de su remuneración total. Por su parte, de los 4.300 euros que cobran cada mes los parlamentarios gallegos, 2.100 euros, el 49%, son dietas.

Alcaldes y concejales aprovechan también esta argucia legal. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ex alcalde de L'Hospitalet de Llobregat, no cobraba sueldo del Ayuntamiento porque era presidente de la Diputación de Barcelona. Pero sí cobraba una dieta de 1.800 euros por asistencia al Pleno.

Los diputados y senadores también se 'aprobaron' un reglamento muy ventajoso que les garantiza la pensión máxima con cotizar sólo 7 años. El resto de ciudadanos debe hacerlo 35 años para disfrutar de la pensión máxima.

Los 5.738 euros de bono que no tributan

El presidente del Congreso, José Bono, cobra mensualmente 15.679 euros en 14 pagas: 3.126 por ser diputado, 1.823 por ser elegido por Toledo, 3.605 por ser miembro de la Mesa, 3.915 para gastos de representación y otros 3.210 de libre disposición. Los 3.915 euros de 'representación' y los 1.823 euros por ser parlamentario de Toledo (5.7381 en total) tienen el concepto fiscal de dieta y no tributan.

Demasiados políticos

La Unión Sindical Obrera (USO), que representa al 9% de los funcionarios, cree que hay demasiados políticos y que éstos cobran mucho. USO propone, entre otras cosas, reducir hasta en un 50% el número de altos cargos de todas las Administraciones, que según un informe que ha elaborado alcanza la cifra de 4.381.

Otra de sus propuestas pasa por reducir un 10% el sueldo de todos estos altos cargos de nivel político. Según sus datos, el importe de sus retribuciones supera los 181 millones, sin incluir sus dietas.

Por último, USO plantea reducir en un 20% las retribuciones de los parlamentarios estatales y autonómicos, que varían entre el mínimo de 3.996 euros mensuales que se llevan los nacionales y los 5.960 euros de los catalanes.